En filas celestes existe inquietud y duda. Después de la derrota por la mínima diferencia (0-1) frente a The Strongest, el entorno bolivarista atribuye al cansancio físico como principal factor del desempeño futbolístico en el clásico, y esperan que no ocurra esto en el cotejo que sostendrán mañana en el partido de vuelta de la Copa Libertadores ante el León de México.
“Yo deseo que no pase lo mismo que pasó en el clásico, que el martes el equipo tenga el resto físico para sobrellevar un partido contra un equipo que es muy poderoso, uno de los más difíciles del campeonato “, expresó el presidente del club, Guido Loayza, quien desea que los jugadores recuperen cuanto antes sus energías y puedan lograr un resultado que les permita clasificar.
Después del empate en México 2-2, Bolívar accederá a los cuartos de final del certamen internacional con una victoria por cualquier resultado, incluso, el empate 1-1 sellará el pase a la siguiente instancia.
“Nosotros sabíamos que era difícil sobrellevar el trajín, jugar un partido cada tres días es complicado. Se hace difícil, se ha hecho difícil y creo que va ser difícil. Tengo la esperanza de que no suframos el próximo martes (mañana)”, manifestó el titular.
Con respecto al clásico paceño, Loayza indicó que el partido tuvo un dominio alternado; “sin embargo los últimos minutos se notó que Bolívar no podía salir de su campo con la misma solvencia que lo había hecho y se veía que no tenía el resto físico”.
Cabe hacer notar que lo manifestado por el presidente de la institución celeste, no refleja lo ocurrido el pasado sábado, cuando observamos a un plantel superado en la mayoría de los pasajes del juego. La pregunta es ¿no hubiese sido prudente jugar el domingo en la tarde a primera hora? ¿O es que Bolívar tiene un plantel demasiado corto? Esas interrogantes las deben asumir quienes armaron este equipo y quienes planificaron estos quince días de competición. Ojalá resulten provechosos para la institución. No nos olvidemos que algo parecido a esto planificó Angel Guillermo Hoyos y resultó siendo un fracaso ¡Dios ayude a Bolívar!
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