viernes, 11 de abril de 2014

Guido Loayza: ‘Casi era unánime el rechazo a Xabier, pero nosotros peleamos’



La llegada de Xabier Azkargorta a la dirección técnica le hizo bien a Bolívar. Bajo su mando, el equipo enderezó el camino en la Copa Libertadores de América y se clasificó como primero del Grupo 7 a los octavos de final. Guido Loayza admite que se encaprichó con la venida del español, pero lo hizo conociendo cómo trabaja y seguro de que en la Academia podía rendir sus frutos. Destaca la clasificación de dos equipos bolivianos y aprovecha la ocasión para seguir lanzando sus dardos a la dirigencia de la FBF.

— ¿Fue un capricho suyo traer a Xabier Azkargorta como técnico de Bolívar?

— Sí. Yo creo que hubo mucha subjetividad porque poca gente conocía realmente qué había hecho Azkargorta y cómo trabaja él. Los resultados en la selección hicieron que injustamente se descalifique a Xabier, entonces cuando vimos que debíamos hacer un cambio en ese momento que no era el más apropiado, había unas condiciones de contorno y básicamente eran que tenía que ser un técnico que conozca mucho el fútbol boliviano, sus singularidades, nuestras canchas, nuestros árbitros, nuestro tipo de torneo, nuestro fútbol y nuestras ciudades, así que eran dos los indicados: Azkargorta y Ángel Guillermo Hoyos. La verdad nosotros peleamos para que se elija a Xabier y casi era unánime el rechazo.

— ¿La decisión de traerlo derivó en una división al interior del directorio?

— Pero en el fútbol cuándo no hay división. Todos opinan, todos tienen sus posiciones, desde cuando se contrata un jugador hasta el entrenador. En el futbol no hay unanimidades, no hay consensos, hay siempre disensos y eso es lo lindo. Además no gana el que más sabe, todos opinan y no es como en otras ciencias en las que uno puede demostrar que tiene la razón. Felizmente ahora hemos tenido la suerte de que exactamente en un mes se revirtió todo lo malo que estaba pasando en el club y hemos obtenido resultados inéditos e históricos como esta clasificación que era casi impensada.

— ¿Funcionó alguna varita mágica para mejorar o no hay eso en el fútbol?

— Acá es como se dice: trabajo y más trabajo, además hubo una cantidad de subjetividades como en el pasado, cuando se decía que Xabier era un gran motivador y el entrenador era Antonio Lopes. Historias totalmente falsas. Azkargorta es un técnico que tiene muy claros sus conceptos y ello inculca a los jugadores, es muy exigente, muy duro con los futbolistas, pero al mismo tiempo es un padre, es una persona afable, respetuosa, pero es muy duro, él hace que la responsabilidad del jugador sea muy grande, entonces ello repercute en el rendimiento de Bolívar de hoy.

— ¿Hubo división e indisciplina en el plantel?

— Sí, hubo división e indisciplina, pero aquello cambió. Pero también hubo mucho trabajo y aquello generó un ciclo virtuoso que genera resultados. También hay que resaltar que el jugador no necesita ninguna motivación extra para jugar la Copa, porque al tener tanta gente en el estadio y millones viéndolo por televisión se motiva solo, aparte de los rivales como nos tocó ahora. Lo difícil es tratar de mantener esa tensión, ese compromiso en los partidos locales, donde todo cambia en sí por el entorno.

— ¿Qué perspectiva tiene Bolívar ahora que avanzó?

— Bolívar creo que ha tenido una experiencia fuerte en esta fase de grupos porque le ha tocado jugar con el campeón mexicano, brasileño y ecuatoriano, equipos muy fuertes. Jugar en el Maracaná es un desafío duro para cualquier equipo, o sea que lo peor que le puede ocurrir a Bolívar en octavos es que le toque otra vez el León de México, porque es uno de los equipos más duros y si nos toca vendrá muy herido, es muy peligroso, así que sería muy difícil repetir lo que se hizo, ganarle al campeón mexicano cuatro puntos. Creo que eso no se va a dar. Si no es León, para cualquier equipo Bolívar va a ser un rival muy difícil.

— ¿Por qué cree que en una etapa en la que se ha tildado de fracaso al fútbol boliviano dos equipos bolivianos avanzan en la Copa?

— Es que los clubes, solitarios, aislados, han logrado poner arriba el nombre del fútbol. Y justamente cuando no somos asiduos a estar en esta etapa en la que generalmente ingresan los clubes próceres como Colo Colo, Boca Juniors o Nacional el fútbol boliviano levanta su nombre. Esto nos lleva a la reflexión: el fútbol nacional está mal, una prueba de ello es la selección, es última; entonces, ¿quién está mal?, ¿los jugadores, técnicos o son los dirigentes? No son los técnicos: Eduardo Villegas es en este momento el mejor entrenador nacional, Gustavo Quinteros está revolucionando el fútbol en Ecuador, Xabier Azkargorta en Bolívar; todos ellos en la selección no pudieron, fue un fracaso, entonces ello nos indica que está mal la dirigencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), siempre apoyada y defendida por un grupo de intereses. El fútbol boliviano está resurgiendo por los clubes, lo que no funciona es la dirigencia de la federación. No hay regionalismo, estamos lejos de eso porque nosotros tenemos jugadores de todo el país, pero no existe ningún dirigente de La Paz en el seno de la FBF. Es difícil entender o no sabremos (sobre fútbol) los dirigentes del fútbol paceño. Ello me parece que es muy injusto.

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