jueves, 31 de julio de 2014

La hinchada alentó hasta el final del cotejo



Bolívar le ganó con lo justo a San Lorenzo, pero no le alcanzó para llegar a la final, igual su hinchada alentó hasta que el partido concluyó y despidió al equipo entre cánticos y aplausos.

Los jugadores agradecieron el gesto y retribuyeron el apoyo agitando las palmas cuando se retiraban de la cancha al vestuario. Muchos se emocionaron casi hasta las lágrimas por el apoyo incansable y las muestras de cariño de la gente.

El técnico Xabier Azkargorta metros antes de ingresar a la boca del túnel levantó los brazos, aplaudió e hizo un ademán como queriendo abrazar a todos. “Quiero agradecer a nuestra afición que hoy (por ayer) ha dado una lección de lo que es alentar al equipo”, dijo el vasco en la conferencia de prensa posterior al partido.

El “sí se puede, sí se puede” retumbó en el Hernando Siles desde una hora antes del inicio del encuentro; al final no se pudo. Empero, en la gente quedó la satisfacción del triunfo y la entrega de los jugadores, que intentaron durante todo el lance doblegar la bien parada defensa del visitante.

Una nube de papel picado tiñó de blanco las graderías del escenario miraflorino, cuando el plantel hizo su ingreso al campo de juego. También apareció una bandera gigante que se extendió en casi toda la curva norte con la inscripción: “Club Bolívar, el hincha Nº 1 somos todos”.

No faltó el papel cuando los arqueros y el resto de los futbolistas celestes saltaron a la cancha para el calentamiento.

El apoyo fue prácticamente permanente. Desde el “celeste, si quieres celeste que te cueste…”, hasta el tradicional “Bo, bo, li, li, var, var” se escuchó cantar a coro a los casi 35.000 hinchas que llenaron el escenario miraflorino.

En la recta final del cotejo, pese a que en ese momento el marcador continuaba igualado a cero, un “ole, ole, ole…” bajaba de las tribunas cada vez que el equipo tocaba el balón.

La hinchada también alzó la voz para silenciar a los hinchas visitantes, que intentaban alentar a su plantel.

El Siles fue una fiesta, aunque no hubo milagro.

El aliento se prolongó hasta que el bus del cuadro celeste abandonó el escenario miraflorino. Recién entonces los hinchas se retiraron a sus domicilios.

La visita se paró bien en defensa

Una muralla

San Lorenzo cumplió bien su libreto, dejó que Bolívar juegue en su cancha pero le impidió llegar hasta su arco, y cuando al fin pudo superar esa barrera de cinco hombres, se encontró con el golero Sebastián Torrico, un experto en manejar los tiempos del partido.

Por derecha

En los minutos iniciales de los dos tiempos el celeste desplegó en la cancha sus mejores argumentos ofensivos, la sociedad entre Juan Carlos Arce y Lorgio Álvarez intentó hacer daño por derecha y cumplió con la misión de abrir la cancha, pero falló en la puntada final.

Nervioso

El comienzo del español José Luis Sánchez no fue de los mejores, jugó con los brazos bien abiertos y golpeó a los rivales; antes del minuto de juego cometió la primera infracción por tocar a un adversario.

Despedida

Marcos Argüello y Eduardo Moya pusieron anoche punto final a su relación con el club, pues su contrato tenía vigencia hasta la finalización de la Copa para Bolívar. El arquero argentino dijo adiós vía Twitter. “Pasé cuatro años muy buenos de mi vida, en nombre mío y de mi familia solo digo gracias”, escribió.


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