Es el día de la proeza o el adiós

Bolívar intentará esta noche (20.15) toda una proeza, la de revertir el 5-0 que le metió el argentino San Lorenzo el pasado miércoles, y clasificarse a la final; y si no, al menos despedirse bien de la Copa Libertadores de América en el partido de vuelta de las semifinales que se jugará en el estadio Hernando Siles.

Para lo primero, el equipo celeste deberá ganar mínimo por el mismo score por el que perdió en Buenos Aires ante el mismo rival para forzar —al cabo de los 90 minutos— a una definición por la vía de los penales; o por 6-0 o más para clasificarse directamente a los cotejos que dilucidarán el título de esta edición copera.

La Academia llegó hasta las semifinales de la Copa desarrollando una magnífica campaña, pues apenas perdió su primer partido —cuando debutó en la fase de grupos—, porque luego, sin ninguna derrota más en sus nueve siguientes cotejos (cinco empates y cuatro victorias) tanto en casa como afuera, emergió como el mejor de los semifinalistas, hasta que le sucedió lo impensado, y el equipo fue ampliamente superado el anterior miércoles en el Nuevo Gasómetro, resultado que lo dejó en “estado de coma”.

Hoy, cuando salte a la cancha —apoyado por su público— y se mida con San Lorenzo, Bolívar necesita ser protagonista de una hazaña, a lo que con un matiz también se le puede llamar “milagro”, para dar un paso heroico que le convierta por primera vez en finalista del torneo de clubes más importante del continente.

El conjunto que dirige el español Xabier Azkargorta está obligado a hacer lo que nunca antes en lo que va de esta edición copera pudo, porque si bien en diez partidos siempre anotó al menos un gol (en el undécimo —el de la goleada— ya no), nunca fueron más de dos por cotejo, y ahora necesita convertir mínimo cinco y a la vez no recibir ninguno.

Aunque Azkargorta no hizo ninguna confirmación, se prevé que al menos dos serán los cambios en la alineación para intentar darle volumen ofensivo al equipo. Si finalmente no se puede golear (San Lorenzo pondrá un fuerte dispositivo defensivo para defender la diferencia), lo que los celestes más quieren es por lo menos irse seguros de haberlo intentado con todas sus fuerzas.