Hoy se cumple una década de aquella final inolvidable en Buenos Aires, ante Boca Juniors plagado de figuras, en un estadio de La Bombonera, que se llenó para ver a su equipo dar la vuelta olímpica en la despedida de su máximo referente, el entonces juvenil Carlos Tevez.
El 8 de diciembre de aquel año, Bolívar derrotó a Boca Juniors por 1-0 con un gol convertido en el segundo tiempo logrado por el argentino José Horacio Chiorazzo.
El equipo, entonces dirigido por Vladimir Soria, viajó a Buenos Aires con la ventaja mínima, con la obligación de controlar los ataques de los xeneizes y hacer daño si es que se presentaba el momento.
Por aquellos días, la expectativa de la gente crecía, las tapas de los diarios paceños eran de color celeste, no había otra conversación que no era el de la final entre Boca y Bolívar.
Esa noche, Boca Juniors aprovechó en jugadas rápida de contragolpe para anotar los dos goles. Martín Palermo abrió la cuenta a los 14 minutos con un cabezazo que halló desubicado a Mauro Machado, mientras que Carlos Tevez hizo el segundo, a los 28', con un remate tras un centro retrasado desde la derecha.
En el segundo tiempo, la Academia buscó el gol que pudo darle el título sudamericano, pero sus intentos fueron controlados por la defensa y el guardameta del equipo local, Roberto Abbondanzieri.
Bolívar formó aquella noche conMauro Machado, Óscar Sánchez, Julio César Ferreira, Marco Sandy, Percy Colque (Róger Suárez), Rubén Tufiño, Limbert Pizarro, Gonzalo Galindo, Ronald García, Limberg Gutiérrez y Horacio Chiorazzo.
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