lunes, 27 de abril de 2015

Daniel Hernández: ‘Estuve en un Bolívar de lujo’



A través de la comunicación telefónica igual se percibe la emoción que siente el tucumano Daniel Hernández cuando se le habla de su paso por Bolívar en los primeros años de la década de los 90.

No es para menos, pues estuvo en un equipo lleno de estrellas conducido a su llegada por su compatriota Jorge Habegger. Tenía 19 años cuando Juan César Silva —otro exdelantero que pasó por la Academia— lo convenció para que viniera a Bolivia.

Cuenta que sus servicios fueron ofrecidos a Bolívar y al Tigre; pero pesó en la decisión final el entrenador, quien ya lo seguía desde su estadía en Independiente de Avellaneda y en algunas selecciones menores de su país. “Jugué en un equipo de lujo, Bolívar es como Boca en Argentina por la cantidad de gente que tiene, por su infraestructura y sus jugadores, es un emblema de Sudamérica. Llegar allí de joven me ayudó mucho para mi posterior caminar por el fútbol”.

El desaparecido empresario Jorge Lonsdale era el presidente de la Academia y fue quien lo trajo al país y le hizo el contrato en un momento en el que talentosos de su generación como Marco Etcheverry, Julio César Baldivieso, Marco Sandy, entre otros, comenzaban a mostrarse con fuerza luciendo la celeste.

El inicio —recuerda— fue duro, pues tardó unos seis meses en acoplarse al plantel.

El siguiente paso lo dio ingresando en la lista de convocados para los partidos y luego fue titular. “Cómo me voy a olvidar.

entre los 11 era difícil, jugar era lo más sencillo porque había sintonía con Carlos Borja y Vladimir Soria, eran dos pilares fundamentales en la estructura, había que jugar en torno a lo que ellos hacían, así que mi estadía fue la mejor, fui campeón dos veces y una vez subcampeón”.

Una formación habitual era con él como volante por izquierda al lado de Soria, mientras que por derecha estaba Borja; más adelantados, en función de enganche Julio César Baldivieso y Marco Antonio Etcheverry; y los referentes en ataque eran Jorge Hirano y Fernando Salinas. “De tres ocasiones que tenían los de arriba hacían dos goles”.

Señala a Soria y a Borja como los principales referentes con voz de mando en el vestuario.

“De entrada te brindaban todo, te hacían saber qué era Bolívar, solo había que hacer el trabajo en los partidos y en las prácticas”.

Tampoco se olvida de la dirigencia, “también era de lujo”. En Bolivia jugó asimismo en Wilstermann y San José, pero su paso por esos clubes no tuvieron el destaque vivido en Tembladerani.

“Es como si hubiera nacido con la camiseta de Bolívar”.

Le hizo un ‘hat trick’ a The Strongest

Inolvidables son para Daniel Hernández los días 5 y 9 de enero de 1992 cuando le tocó jugar de entrada contra The Strongest en los clásicos por semifinales de la Copa Jorge Lonsdale, correspondiente al segundo torneo de la Liga de 1991.

En el choque de ida la Academia se impuso 3-1 y los tres goles fueron de su autoría. Eran tiempos en los que no se conocía el término hat trick.

En la revancha otra vez ganó al Academia, se impuso 2-0 y él anotó una de las conquistas. “Me acuerdo todo, se lesionó Carlos López y el técnico (Moisés Barack) se la jugó por mí, me dijo que entrara de titular y vivimos una fiesta con los tres goles que marqué.

Días después, en la revancha, ellos estaban obliga- dos a ganar para ir a penales, pero volvimos a derrotarlos y anoté un gol. Son partidos memorables que uno no olvida”, cuenta desde Tucumán.

Hoy Hernández es técnico, pero por el momento no está en actividad. Mientras espera la llegada de una oferta, atiende un negocio de comida en el centro de Tucumán.

Nació en esa ciudad el 5 de febrero de 1970. Está casado con Claudia Beatriz, con quien tiene siete hijos: Romina, Mariana, Florencia, Milagros Belén, Daniela Rocío, Daniel Ubaldo y Valentina. El único varón está dando sus primeros pasos en el fútbol. Su padre cuenta que se benefició con una beca para entrenar en San Lorenzo de Almagro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario