La imagen de Rudy Cardozo y Vladimir Soria abrazándose poco después de contar, cada uno su versión, los pormenores del grave incidente que protagonizaron el pasado miércoles antes de que su equipo enfrentase a San José en el Hernando Siles dejó perplejo a todo un país.
Ya sea porque a la muchedumbre enardecida muchas veces solo la tranquiliza la sangre o porque a las masas hay que mostrarles la cabeza de turco en una cesta para que retomen la calma. O simplemente porque medios, redes sociales, hinchas del fútbol, periodistas y curiosos creemos que solo un durísimo castigo puede hacer justicia ante un hecho que de cualquier manera se presentó como desmedido, cobarde e irrespetuoso, el abrazo entre el futbolista Cardozo y su entrenador Soria no fue suficiente para calmar las aguas ni mucho menos.
Y es que el contexto terminó pintando el hecho como una brutal golpiza por parte del futbolista a su entrenador, con todo lo que ello puede implicar: La falta de respeto a las condiciones de cada uno en su función dentro su club el Bolivar, el desconocimiento de valores tales como la consideración a las diferencias de edad o a las personas mayores, la reacción desmedida frente a un compañero de trabajo y por supuesto, tal como lo vieron los hinchas académicos, la irreverencia de una figura insurgente en contra de un verdadero ícono histórico y referente del mejor Bolívar de todos los tiempos.
Más allá de los verdaderos motivos de la pelea, si es que la hubo, la imagen de ambos, en un ambiente privado del club, desinfectado de medios y periodistas y con la mediación de su presidente y sin que el mandamás haya dicho ni siquiera una palabra, le resultó algo demasiado forzado incluso a quien menos sabe o se interesa por el fútbol.
Primero hubo testimonios sobre lo ocurrido, luego hablaron los protagonistas y si bien ambos describieron de manera similar la chispa que encendió la mecha, pero de forma diferente el momento previo y la circunstancia precisa de la golpiza, ninguno desmintió lo que ya se sabía: que el episodio terminó con una patada del futbolista en la cara de su entrenador, cuando éste último intentaba incorporarse.
La censura en las redes continúa y la indignación de hinchas y algunos periodistas no cesa. Si los puños de un futbolista son considerados como armas en una pelea, ¿qué son los pies de un futbolista?
El club Bolívar reunió las partes
“Estos temas no los ventilamos públicamente, los resolvemos internamente”, fue lo primero que dijo el presidente del club Bolívar, Guido Loayza, tras la golpiza de Rudy Cardozo sobre Vladimir Soria. Poco después, los tres se reunieron para hacer las paces sin la presencia de medios, pero con la difusión de imágenes.
Bolívar suspende tres partidos a Cardozo
LA PAZ/ERBOL
La Comisión Disciplinaria del club Bolívar determinó sancionar con tres partidos de suspensión además de la retención del 20 por ciento de sus salarios hasta diciembre al jugador Rudy Cardozo, tras el altercado que protagonizó con Vladimir Soria.
Según detalla el comunicado emitido por los directivos para la opinión pública, Cardozo es pasible a esta medida coercitiva por “agredir e insultar a autoridades deportivas; proferir injurias, ofender y faltar el respecto grave a autoridad deportiva; y protagonizar escándalo público que afecta el prestigio del club”.
Soria también fue castigado con el descuento del 10 por ciento de su sueldo correspondiente a octubre. La misma nota refleja que se castiga al segundo entrenador por: “haber injuriado y vertido amenazas contra el futbolista”.
Cardozo y Soria se liaron a golpes en los camarines hace tres días, minutos antes de disputarse el partido con San José, siendo Soria el más afectado al sufrir una doble fractura nasal.
Los hinchas recolectan firmas pidiendo que Bolívar expulse a Cardozo.
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