Todo salió a pedir de boca para los celestes. Ganaron, golearon y aunque jugaron a destruir las intenciones del rival, gustaron a sus hinchas y, lo más importante, alcanzan el primer lugar de las posiciones de la Liga.
Cuatro a dos concluyó el partido a favor de Bolívar, que aprovechó todos los problemas de The Strongest que no se solucionaron con un nuevo Directorio.
El anterior, presidido por Kurt Reintsch no formó, por razones obvias un plantel altamente competitivo y trajo a un técnico, Néstor Cravitto, que se destaca por formar jugadores, lo que es muy importante, y sus equipos son muy livianos por su idea futbolística.
Y si a ello se suman los errores tácticos, se llegará a la conclusión de que este equipo gualdinegro no tiene mucho futuro y que en el próximo torneo, pues en él debe comenzar a pensar, debe presentar mejores argumentos.
Pese a ello, The Strongest tuvo el control de las acciones por lo menos durante la mitad del juego, pero queda claro que no cuenta con un goleador y su defensa da muchas ventajas.
Rodrigo Ramallo no es un centrodelantero goleador, es un segunda punta muy capaz, pero está aprovechar segundas jugadas, que su equipo no genera.
De Luis Fernando Martelli sólo se puede decir que llegó a un club muy grande después de haber luchado por no descender y la camiseta le pesa.
Entonces, Bolívar hizo lo suyo, lo que debía y sacó partido de todas las debilidades de su rival para aplanarlo literalmente.
Tuvo problemas en la marca, es cierto, pero le sobró ímpetu y frialdad para golpear en los momentos decisivos del encuentro.
Así planificó el partido el técnico de los bolivaristas, Xabier Azkargorta, y logró un triunfo por demás merecido y justo, aunque algo exagerado sobre las cifras finales.
El ecuatoriano Carlos Tenorio abrió la cuenta a los 42', pero Rodrigo Ramalló empató a los 66'.
Fue cuando el Tigre mostró todas sus falencias, pues el mismo ecuatoriano batió a Daniel Vaca, seis minutos después, en tanto que Juan Carlos Arce aprovechó todas las facilidades que daba la defensa aurinegra para anotar el tercero, a los 84', cuando Marco Daniel Vaca ya había ocupado la portería titular y tres minutos más tarde, Francisco Rodríguez, con una espectacular "palomita", señaló el cuarto tanto, mientras que Pablo Escobar maquilló el resultado, a los 89 minutos.
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