Guido Loayza pondrá fin a su gestión como presidente de Bolívar este año. Este es su balance deportivo e institucional.
— Bolívar cumple 94 años y, según adelantó usted, este será su último aniversario como presidente del club, ¿cómo se siente?
— Me siento muy tranquilo, muy conforme, tengo un sentimiento del deber cumplido. He estado tantos años en Bolívar, le he dado tanto tiempo al club desde 1982, que desde que llegué en ese año hasta 1992 ganamos siete campeonatos anuales; luego me fui a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), en la que estuve dos años, y después me fui para seguir mi profesión. Sin embargo, tuve que volver junto con Marcelo (Claure) para realizar una labor extraordinaria, pues sacamos al club adelante de una situación precaria, terminal, a punto de desaparecer. Convencí a Marcelo para que se hiciera cargo, pero al aceptar él me condicionó a que me quedara, entonces tuve que volver porque ya me había ido del fútbol. Volví, estoy 12 años y complacido en lo deportivo, pues nos fue muy bien: hemos ganado siete campeonatos, llegamos a los cuartos y a la semifinal de la Copa Libertadores. Hemos trabajado muy bien en la parte formativa, debutaron muchos chicos de la pre en el primer equipo, entonces vemos que hemos hecho cosas muy positivas. Así que me siento feliz de festejar el nonagésimo cuarto aniversario de la fundación del club.
— Pero quedan asignaturas pendientes...
— Sí, como la parte de infraestructura, pero creo también que en ella hemos avanzado porque todos decían que en los predios de Tembladerani no se podía hacer un estadio de fútbol. Sin embargo, hemos trabajado un año en el proyecto y sí se puede construir el escenario, que además tenga una gran cantidad de áreas comerciales en una zona popular y comercial, con muchos accesos hacia el centro y Sopocachi. Se puede construir, estamos trabajando en la aprobación de los planos y estamos bien encaminados. Y en cuanto a las oficinas que se demoraron tanto en la entrega, serán entregadas.
— ¿Le da tiempo a usted, en su gestión, para dejar las bases para la construcción del nuevo estadio?
— Sí, vamos a dejar las bases, hemos dado pasos importantes y a ello se suma que conocemos que Marcelo Claure se va a quedar en el club, lo que es una garantía de que las cosas van a estar bien.
— ¿Qué falta?
— Ahora debemos financiar mediante un banco (los recursos para la construcción), vamos a tener el escenario, que tendrá un valor de treinta o cuarenta millones de dólares cuando esté terminado, entonces prestarnos diez o quince millones no creo que sea ningún drama; adicionalmente habrá ingresos de todo lo que se va a vender en el estadio: publicidad, la parte de palcos y otras cosas que el escenario brindará.
— ¿Es cierto que Marcelo Claure será el próximo presidente?
— ¡Oh, me encantaría! Yo creo que Bolívar se sentiría realmente beneficiado si Marcelo tomara esa decisión valiente de hacerse cargo del club, que se lo agradecería enormemente.
— Ya solo faltan seis años para el centenario del club, ¿cómo llegará Bolívar a sus 100 abriles?
— Yo creo que va a llegar en el punto más alto de su historia institucional y deportiva, esperamos y tenemos la ilusión de contar con el estadio. Son los sueños del Bolívar, se demoran años pero lo importante es que siguen vivos y que haya gente que esté trabajando en esos sueños, que no estén estancados en los cofres del olvido sino que estén vivos, porque el proyecto está vivo. Queda un tiempo suficiente para trabajar en la parte de infraestructura, así que no debemos impacientarnos porque hemos estado décadas sin el estadio. Lo que sí hay que hacer es trabajar todos por el estadio. El bolivarismo tiene que tener una actitud participativa total haciendo un esfuerzo común.
— ¿En 2025 volverá usted para ingresar a un estadio nuevo y moderno?
— A mí no me gusta hablar mucho del futuro, uno está bien ahora y mañana deja de estar y quizás no va a estar en 2025. Prefiero hablar del aquí y ahora: estoy muy conforme con lo que he hecho, tengo esa satisfacción del deber cumplido, estamos festejando el aniversario 94 y esperemos que Bolívar pueda salir campeón.
— ¿Con usted se irá una gran generación de dirigentes que le dieron mucho a Bolívar?
— Claro que sí, los clubes se hacen con personas arraigadas que estuvieron muchos años en el club, que es lo que ha sido con Eduardo Siles, Mario Mercado, Mario Paz, Lothar Kerscher, esa gente que fue consolidando la institución porque son pequeñas partes institucionales dentro de la institución. Yo creo que hay una generación joven con años de experiencia en el club y pude ser un faro señalador de un nuevo camino para el club.
— ¿Usted le dio mucho a Bolívar, el club le dio algo a usted?
— Yo he dado gran parte de mi vida al Bolívar desde 1982 y la verdad no creo que haya mucha gente que le dé tanto. Estoy contento si bien en este trajín de dirigente no todo es alegría, no todo es felicidad, hay muchas ingratitudes, pero tiene su contraparte, porque, por otro lado, esto da más alegrías que penas. Sobre todo, en Bolívar, hemos ganado mucho más de lo que hemos perdido, hemos hecho excelentes amigos y uno dejará una gran cantidad de amistades y eso es lo que yo he tenido. Ahora quisiera dedicarme a mis cosas pendientes y personales, y estoy muy entusiasmado
— ¿A ocho meses de concluir su mandato cómo dejará el club?
— Sé que no voy a poder separarme del Bolívar, seguiré asistiendo a la cancha, seguiré leyendo del Bolívar, porque no se puede cortar ese cordón umbilical tan sólido que tenemos, pero hay que entender que las cosas cambian y hay que pensar en cambiar. A mí nunca me gustó seguir detrás de mis pasos, jamás hubiera vuelto al fútbol si no hubiera sido por lo que ocurrió, esa coyuntura me hizo retornar. Ahora es más fácil que antes administrar un club porque los de antes eran clubes que no tenían ingreso de ninguna naturaleza, entonces era una cosa artesanal ver cómo se hacía para tener ingresos; en cambio, hoy en día el fútbol tiene ingresos y es como una empresa, que es más fácil de manejar.
— ¿Qué mensaje le da a la hinchada en este día especial?
— Decirles que le pongan pasión, pero que hagan una cosa más: que se pregunten ‘qué estoy haciendo por mi club’, más que preguntarse ‘qué el club me está dando’, eso es una cosa importante.
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