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martes, 12 de abril de 2016
Guido Loayza “Estamos en últimos trámites para iniciar obras en la Villa”
Bolívar celebra 91 años. El equipo más laureado de la historia del fútbol boliviano quiere celebrar con su hinchada, "parte fundamental de este gran club”, dice Guido Loayza, presidente de la institución.
En su última gestión y con el respaldo de Marcelo Claure Bedoya, el empresario boliviano que financia al club, el titular académico pone en marcha el plan quinquenal que busca consolidar una gigantesca infraestructura celeste.
A nueve años del centenario del club, Loayza analiza el presente y el futuro del club que nació un día como hoy en una casa de la calle Junín, a dos cuadras de la plaza Murillo. Un grupo de jóvenes decidió crear un club de fútbol en homenaje al Libertador Simón Bolívar.
A nueve años del centenario, ¿cómo está Bolívar?
Bolívar institucionalmente está muy sólido, fuerte, organizado y con mucha ilusión de empezar la andadura de la década final para alcanzar el centenario en el punto más alto de su historia.
¿Cómo está el plan quinquenal que propuso hace un año?
Estamos sumergidos en llevar adelante ese plan, se han tomado decisiones trascendentales como realizar la compra de terrenos, de elaborar los proyectos y estamos haciendo los últimos trámites para poder iniciar obras de lo que sería la ciudad deportiva del Bolívar.
¿Es su último periodo al mando de la Academia?
Con seguridad ésta será mi última gestión en la presidencia de Bolívar. Me quedé para trabajar junto a Marcelo y realizar el proyecto de la nueva infraestructura del club, la cual espero se pueda realizar en el más breve tiempo.
¿Hay dirigencia nueva para el recambio?
Por supuesto que sí. Si no la hubiera habríamos arado en el mar; hemos trabajado día a día ad honorem durante décadas construyendo el Bolívar y transmitiendo esa escuela de valores y principios que nos inculcaron Mario Mercado y otros próceres del club. Estoy seguro de que varios jóvenes dirigentes hoy ya tienen absorbida esa simiente.
¿Qué siente cuando escucha o lee "digo Bolívar y siento que se me aclara el alma”?
Primero, dar fe de cuánta verdad hay en las palabras de ese brillante narrador que fue don Fernando Diez de Medina, el Pachakuti, porque a mí se me aclara el alma cuando digo Bolívar; y segundo, porque me transporta a esa época de niño en el viejo y entrañable estadio Hernando Siles del arquitecto Villanueva, donde empecé a enamorarme para siempre del celeste de Bolívar.
¿Qué significa el club Bolívar en su vida?
Mucho, ya decía antes que desde muy niño ya era un fiel seguidor de Bolívar, lo seguí siendo en el colegio y desde la distancia cuando estuve en la universidad hasta que don Mario Mercado me invitó a trabajar con él y conseguir desde entonces 13 vueltas olímpicas y dos semifinales de Copa Libertadores como vicepresidente y luego presidente. Fueron distintas épocas, distintos escenarios, distintos actores, todo distinto, yo mismo he sido otra persona en cada época, pero lo que se ha mantenido inalterable con el paso del tiempo y sus circunstancias es la pasión por el Bolívar.
Marcelo Claure dijo que sin Guido Loayza no habría Marcelo Claure en Bolívar, ¿qué piensa?
Le agradezco a Marcelo por ser grato, no todos recuerdan por qué uno está donde está. Pero quien más debía agradecer es el propio Bolívar y el bolivarismo, porque pensando en la situación terminal en la que se encontraba el club a fines de 2007, no sé qué sería de Bolívar sin la providencial llegada de un gran bolivarista y extraordinario empresario como Marcelo Claure Bedoya, que sin duda marcará, con su presencia, un antes y un después.
¿Qué le dice al bolivarista en el aniversario 91?
Felicitarlos por ser la parte fundamental de este gran club, que un día como hoy nació en la calle Junín bautizado por un grupo de jóvenes llenos de ilusiones y esperanzas como los sueños del Libertador Bolívar. Yo quisiera decirles a los jóvenes hinchas que van a alcanzar el estado superior de amor y entrega al equipo el día que -como Nick Hornby, el autor de Fiebre en las gradas- comprendan que al fútbol uno no va a divertirse como al circo, al teatro o al cine, sino que al fútbol uno va comprometido con los colores de la camiseta y con el sufrimiento que esto acarrea, a regocijarse con los triunfos y a padecer las derrotas, todo con cariño y lealtad. Que los hinchas son como el coro en una tragedia griega, que es parte importante e inseparable de la obra, que deben ser los que dan apoyo incondicional al equipo, a los jugadores y que deben, junto a los suyos, ir en busca de un triunfo compartido y nunca reclamar que la victoria es algo que se merecen sólo por el hecho de acudir a la cancha. El fútbol, eso es lo que lo hace tan hermoso, no puede ni debe suscitar la comodidad de saberse ganador de antemano. La posibilidad de la derrota es lo que hace de cada victoria una alegría incomparable.
¿Por qué Bolívar no rinde en la Liga ni en la Copa de este año?
Porque no está jugando bien, no ha logrado obtener una identidad futbolística que le permita tener un rendimiento parejo. Tiene muchos altibajos y algunos jugadores importantes tampoco han logrado alcanzar el alto nivel del pasado. Esto es muy común en todos los equipos del mundo, es realmente difícil que un equipo mantenga un alto nivel durante mucho tiempo. Hemos sido el mejor equipo en 2015 y tenemos que mejorar para volver a serlo en 2016; más que preocuparnos, debemos ocuparnos en hacer el diagnóstico e implementar la solución.
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