lunes, 25 de abril de 2016

¡Un pobre Bolívar!


Bolívar, como club, no se merece lo que le está pasando. Ya no son sólo los caprichos de su técnico Ruben Dario Insua, varios jugadores del primer plantel dan muestras de que perdieron el respeto a la entidad que los cobija.
La derrota 2-0 que sufrió la Academia ayer ante Wilstermann, en La Paz, ahondó más la crisis de los celestes, cuyo equipo bajó los brazos antes de que termine el torneo y aparentemente, por lo visto en la cancha, varios no ven la hora de que el certamen termine.

Que Bolívar juegue mal ya no es ninguna novedad, lo peor es que sus futbolistas se acostumbraron a no ganar y dan la impresión de que no quieren revertir el actual momento. Mientras la Academia continúe jugando tal como lo viene haciendo, no se puede esperar mucho en lo que resta del torneo. El juego del equipo es muy previsible, no existe sorpresa en el ataque y las sociedades no funcionan.

A media semana, Racing de Argentina paró dos líneas de cuatro en el fondo y complicó la vida de los bolivaristas, que no encuentran el antídoto para remediar el bajo rendimiento, jornada a jornada.

En los apuntes sólo se consignan dos jugadas de riesgo que creó Bolívar sobre el arco defendido por Raúl Olivares: la primera fue a los cinco minutos con un remate de Saavedra que atajó el portero aviador y después de largos 25 minutos, Cardozo se animó a probar de media distancia y su disparo salió cerca del arco de la visita.

Wilstermann, actual líder del torneo y que venía como favorito, tampoco hizo mucho. Los rojos fueron ordenados en la marca, tapando los laterales de la Academia, especialmente el juego de Saavedra que estuvo muy controlado; pero también a momentos abusó del juego fuerte, producto de ello el volante Jaime Arrascaita se retiró gravemente lesionado.

Los rojos se dieron cuenta que apelando a la velocidad podían complicar a su rival y pasada la media hora Óscar Díaz, Marcelo Bergese, Marcos Pirchio y Edivaldo Rojas inquietaron a la zaga celeste que comenzó a pasar apuros. Eso fue todo en el primer tiempo, muy poco para la expectativa que había despertado el choque. El obligado a proponer fútbol era la Academia que sigue inexpresiva y Wilster hizo su negocio.

La vergüenza celeste

Nada cambió para los celestes en el complemento ya que continuaron siendo un equipo "impresentable” en la cancha.

Wilster abrió el marcador a los 11 con un remate de David Díaz, mientras la defensa miraba parada cómo había pegado antes la pelota en el travesaño.

Reaccionó Bolívar, pero lo hizo a las patadas y lejos de ese fútbol de Academia que tiene como identidad en su historia.

Eguino vio la roja directa por discutir con el árbitro, después Wálter Flores acumuló su segunda amarilla y antes de la media hora los celestes ya jugaban con nueve hombres.

En la parte final Danny Bejarano también vio la roja y para colmo de males la Academia soportó en el quinto minuto de descuento un penal que convirtió Omar Morales.

Bolívar da pena, tocó fondo, sus jugadores tienen pocas ganas de seguir, el técnico se aferra al cargo y su dirigencia anuncia medidas para una semana que viene cargada de muchas decisiones para intentar levantar el club.

No hay comentarios:

Publicar un comentario