11 días duró la era de Ruben Insua al frente del primer plantel de Bolívar, tiempo en el cual el equipo tuvo más sombras que luces; es más, el argentino deja un equipo que tocó fondo al quedar eliminado de la Copa Libertadores, sin pretensiones de pelear el título del certamen Clausura y un equipo partido en la interna del vestuario.
En casi cuatro meses de estar al frente del cuadro académico, Insua dirigió 20 compromisos, 14 en el torneo liguero y seis en la Copa Libertadores, con el siguiente saldo: cinco triunfos, ocho empates y siete derrotas. De 60 puntos en disputa sólo llegó a sumar 23, es decir el 38 por ciento de las unidades, en una muestra clara de la magra campaña que cumplen los bolivaristas.
Pero hay más, Bolívar visitará mañana a Real Potosí y cumplirá 51 días sin conocer la victoria, que puede prolongarse aun más si los potosinos le empatan o le ganan. El tiempo que la Academia lleva sin ganar es el más largo que afronta en la historia liguera.
El domingo 6 de marzo, los celestes derrotaron a Blooming 3-1 en la octava fecha del campeonato Clausura; fue la última vez que los jugadores celebraron el haber conquistado las tres unidades porque después todo fue caras largas.
Insua nunca pudo dar al equipo una identidad de juego. Su "desorientación” y "desconocimiento” del medio fue evidente, como también fue el discurso contradictorio que tuvo desde que llegó a la entidad
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