jueves, 20 de febrero de 2014

Quiñónez y Ferreira, de cal y arena




William Quiñónez atajó casi todo, y fue la gran figura, mientras William Ferreira volvió a perderse goles. Fueron las dos caras de la medalla en Bolívar, que no pasó anoche del empate en Miraflores frente al mexicano León.

El momento más importante para el golero fue cuando le atajó un penal al mexicano Márquez. “Fue una noche especial porque le tapé a un grande del fútbol, pero ya pensando en el grupo no significó mucho”, dijo el guardameta.

En honor a la verdad, fueron el penal y varias otras jugadas en las que se topó cara a cara con los rivales, entre ellos Boselli, autor del único tanto mexicano, y les ganó.

“A veces no se dan las cosas pese al esfuerzo y al trabajo que hicimos. Tenemos que reaccionar, levantarnos y volver a la lucha porque aún quedan bastantes partidos (cuatro)”, agregó. En cambio, por más que puso todo de sí, Ferreira no pudo embocar. En el gol parecía que él había tocado la pelota, pero no fue así. Callejón, con un centro que se fue cerrando, fue el autor.

El uruguayo tuvo una increíble ocasión tras un centro del español, pero frente al arquero disparó arriba. En su defensa, fue sobre la marcha. Luego mandó un cabezazo que salió apenas desviado. Otra vez la fortuna no estuvo de su lado.

“Tratamos de meterla por todos los medios, con velocidad, corriendo y presionando bastante, manejamos el juego, pero lamentablemente una vez más fallamos en la definición. Es un resultado que no ayuda mucho para las pretensiones que tenemos, pero faltan muchos partidos”.

Paréntesis hasta el 12 de marzo

Visitante

Bolívar volverá a jugar en Copa Libertadores dentro de tres semanas. El miércoles 12 de marzo, por la tercera jornada del grupo 7, visitará a Flamengo en Río de Janeiro. Antes, por el torneo local, recibirá el domingo a Real Potosí (séptima fecha); el miércoles 26 visitará a Sport Boys —en partido adelantado de la novena— y el domingo 8 de marzo volverá a ser local ante Aurora, por la octava.

Recriminado

Transcurría el minuto 29 del segundo tiempo, Arrascaita se metió en el área rival y dos veces fue trabado como para caer, pero él resistió. Desde el banco de suplentes de Bolívar le gritaron por no haberse tirado al piso, porque si lo hacía por ahí el árbitro cobraba penal.

De la visita

En la visita hubo varios jugadores como para ser figura (les ganó Quiñónez tras atajar varias claras situaciones). Boselli encabezó la lista, Peña se nota que es un jugador desequilibrante, como también Montes. El arquero Yarbrough no se quedó atrás.

Ramiro Siles Aparicio: El desastre fue menor

No se habían cumplido ni 20 minutos y el partido ya estaba 0-1 a favor de León, y si el mexicano metía uno o dos goles más en ese lapso no le hubiera extrañado a nadie. A la larga se tuvo que arrepentir por eso y por todo lo que desperdició, incluido un penal cerca del final.

Bolívar acabó empatando (1-1) y el desastre para el local fue menor, pero dejar ir dos unidades en casa es un saldo en contra significativo porque complica seriamente su chance de clasificación, más aún en un grupo como éste. No quedan dudas de que la figura fue Quiñónez y si un arquero destaca tan nítidamente como anoche lo hizo el de la Academia, quiere decir que a Bolívar le llegaron mucho.

Es que la condición de dueño de casa le exigía a Soria presentar un equipo ofensivo, pero el DT se equivocó a tal punto que desequilibró todas las líneas dejando tantas lagunas de mitad de cancha para atrás que León llegó a circular como Pedro por su casa.

“Exiliado” de su posición de volante ofensivo, Cardozo fue condenado a jugar como un lateral izquierdo, y la Academia perdió un hombre de salida que en otras circunstancias podía haber sido un buen acompañante de Callejón.

Por Flores hay que sacarse el sombrero, jugó como todo un guerrero, pero la cara opuesta resulta la mayoría de sus compañeros, lo que le cae también al par de centrales que debe estar agradeciendo haber tenido a Quiñónez cuidando el marco.

Para colmo de males, el mal momento de Ferreira se extiende, el uruguayo volvió a perder opciones claras y no se sabe a estas alturas qué es mejor, si seguir dándole chance o mandarlo a descansar un rato, aunque para hacer esto último hay que tener los pantalones bien puestos.

Bolívar rescató un punto si uno quiere ver de esa manera lo ocurrido anoche; la realidad es que se salvó de una caída con ribetes mayores entre lo que perdió el cuadro mexicano y lo que salvó la figura del partido.

Ramiro Siles Aparicio es editor de Marcas de La Razón

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