Juan Carlos Arce hizo tocar el cielo con las manos a los bolivaristas a los 42 minutos del segundo tiempo, cuando con un toque de izquierda le puso justicia (1-0) al marcador de un encuentro en el que Bolívar fue superior a Lanús, aunque no ganó por más cantidad de goles por su falta de definición.
Estuvo atento, merodeando en el área, y en el momento en que Gerardo Yecerotte ingresó por el costado derecho y definió sobre el cuerpo del arquero Agustín Marchesín, no tuvo más que tocar el balón que había rebotado en el poste. El Conejo leyó bien la acción y con toque suave sacó el histórico pasaporte para la Academia hacia las semifinales de la Copa Libertadores de América.
Al final del partido se fundió en un eterno abrazo en la cancha con Marcelo Claure, el presidente de BAISA SRL. En el camino a vestuarios la gente del sector de preferencia le ovacionó, se sacó la camiseta y la regaló a la hinchada. Bolívar liquidó cuando Lanús se había volcado en procura del gol descuidando su última línea.
Sin ser la fiera que se había pintado en Buenos Aires en la previa, el argentino causó algunas situaciones de peligro. A los 9 minutos Ortiz se perdió una inmejorable situación, la más clara de todo el partido, pues casi desde el punto penal mandó la pelota arriba cuando tenía buen perfil.
Ese susto y algunos otros más fueron los únicos que causaron preocupación en la última línea del conjunto celeste. Lanús jugó con cautela, como que guardó energías para afrontar la recta final, y cuando se animó a salir se topó con dos líneas fuertes de marca, la primera con Wálter Flores como líder.
No hay cotejo en el que el mediocampista califique su labor de regular para abajo, es el patrón de la marca. De manera que sus muchas batallas son una garantía para la Academia. Flores incomodó al rival, no dejó que se moviera y contó con el apoyo de Damir Miranda, su socio perfecto en esa línea.
Y cuando fueron superados, estaban metros más atrás Nelson Cabrera, Luis Gutiérrez y Ronald Eguino, que mantuvieron lejos del área a Santiago Silva y compañía. Cerca del final, Ferreira pudo aumentar la cuenta, pero el travesaño le dijo no al goleador.
La altura, utilizada como excusa
‘Falta de oxígeno’
Ediciones digitales de periódicos argentinos utilizaron como principal argumento de la eliminación de Lanús la altura de La Paz. “Sintió la falta de oxígeno en esos 3.600 metros. Afectó en el juego, en la cabeza y en el cuerpo. No pudo. Y fue una eliminación a la altura. Digna, aunque apenas sea un consuelo”, inició su crónica del partido el diario deportivo Olé.
Superior
El enviado a La Paz de Clarín sostuvo que Bolívar fue superior en la cancha y que la diferencia pudo ser mayor; además, “los intentos de Lanús con dos, tres y cuatro delanteros no fueron suficientes porque el arco de (Romel) Quiñónez le quedó siempre bastante lejos”.
Se siente
Más duro es el comentario de Crónica que asegura: “Indudablemente los 3.600 metros de altitud sobre el nivel del mar de La Paz influyeron en el ritmo del partido, con un Lanús mejor en la técnica y calidad de su plantel, ante un limitado equipo local, que se aprovechó del gol (en el partido de ida) en Buenos Aires y del factor geográfico”. El medio destacó la actuación del arquero Agustín Marchesín, quien en varias oportunidades ahogó el grito de gol.
Un sueño que se hace realidad
‘Trabajamos en silencio’: Gerardo Yecerotte, lateral derecho
“Me siento muy contento con este presente, creo que se trabajó en silencio, con mucha humildad y sacrificio. Estamos ahí en la Copa y queremos seguir haciendo historia”.
‘No puedo pedir más’: Lorgio Álvarez, lateral izquierdo
“Estoy en la recta final de mi carrera, los días se acortan, estoy de salida y no puedo pedir más. Jugué en la selección, fuera del país y ahora consigo esta satisfacción histórica”.
‘Uno no se cambia por nadie’: Jaime Arrascaita, volante
“Vivir esto es de otro mundo, uno no se cambia por nadie, es lo mejor que nos podía pasar. Estamos aquí y sabemos que tenemos otra responsabilidad más grande”.
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