El nuevo Bolívar de Vladimir Soria se impuso ayer por un apretado 2 a 1 ante un digno Nacional Potosí, al cual, el árbitro del partido, no le convalidó un gol legítimo. La Academia, lejos de exhibir, precisión, contundencia, ritmo de juego, y dejando mucho que desear con el nuevo sistema, abrió el marcador por medio de Juan Miguel Callejón. Al minuto, Rodrigo Vargas se encargó de empatar el encuentro con un golazo. Juan Carlos Arce marcó el segundo y definitivo, que le otorgaron al equipo celeste, las tres primeras unidades del campeonato liguero.
La era de Soria ha comenzado con pie derecho. El retorno de ‘Vladi’ al banquillo celeste, ha deparado la primera victoria del campeonato, pero ha sembrado muchas dudas en sus simpatizantes. Un triunfo que, al fin de cuentas, es un gran incentivo para en el trabajo del nuevo entrenador cochabambino. Pero, de momento, la Academia expuso muy poco fútbol con aquella fórmula de juego, que le dio el máximo rédito a la institución celeste en el 2004, cuando salieron subcampeones de la Copa Sudamericana. Quizás los escaparates del nuevo DT celeste, para una pobre producción futbolistas vista ayer, ante un cuadro potosino que pudo complicar la andadura liguera de los de Tembladerani, sea el escaso tiempo de pretemporada y poca asimilación de un nuevo dibujo táctico.
El desarrollo del partido tuvo muchas facetas de juego. El equipo local se puso rápidamente en ventaja por medio del volante ofensivo Juan Miguel Callejón. Pero, hay vicios, como la concentración, que la Academia no ha dejado de lado. A ello, hay que sumar la displicente línea defensiva que confeccionó Soria: Edemir Rodríguez, Luis Gutiérrez y Nelson Cabrera, los cuales, ninguno puede presumir de ostentar velocidad necesaria para defender correctamente en una última línea que deja muchos espacios, cuando el equipo se va en función de ataque. Además, la ubicación de Rudy Cardozo como volante carrilero por la franja izquierda, limita al talentoso jugador, y expone peligro constante peligro cuando al equipo le toca defender.
Tras abrir el marcador por medio del español, inmediatamente el delantero Rodrigo Vargas, se encargó desnudar las falencias de la zaga celeste, la poca coordinación e entendimiento de los tres encargados a marcar a los delanteros. Todo esta deficiencia defensiva pudo costar caro, pues el colegiado del encuentro no pito un gol legítimo, donde el esférico, ingreso en portería de Romel Quiñonez, pero no fue marcado como anotación. Diez minutos después, Bolívar encontró el segundo tanto, a través de Juan Carlos Arce y William Ferreira, quienes triangularon cerca al área rival, para que el delantero cruceño anote el segundo tanto. Cuando los mediocampistas se comunican con los delanteros, por medio del pase corto, pueden desbaratar cualquier defensa bien compacta, como la de Nacional, quienes realizaron ayer gran despliegue y orden táctico durante todo el partido.
Los primeros 20 minutos de juego, se compactaron todas las posibilidades de ambos equipos. Aunque no debemos olvidar que hubo otro postazo que evitó la caída de la portería defendida por Quiñonez. Sin embargo, el segundo tiempo mostró a un equipo local indeciso e insuficiente al momento de definir y un entrenador que quiso remendar sus decisiones reubicando a sus jugadores en sus posiciones habituales. Mientras que al visitante le faltó resto físico y careció de hambre de victoria. La salida de Brayan Aldave, en Nacional, y la lesión de Juan Carlos Arce, en Bolívar, tuvo su grado de incidencia en el desarrollo del partido. El fútbol cayó y ninguno de los dos se atrevió a salir de la monotonía e intentar darle alegría a su hinchada, como inicio de campeonato a Bolívar le sirve numéricamente habra que esperar que el retorno del hijo pródigo les de más alegrías que penas lo de ayer apenas alcanza para ser líder la primera fecha.
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