Pese a que visitó el país en otras ocasiones, se animó a conversar con un medio escrito luego de 26 años. Desde hace tres semanas está en La Paz. Ya fue de paseo a varios lugares junto a su familia, también tuvo un pequeño percance por el cambio de hábitos, pero nada que no pudiera controlarse.
Después de varios días de insistencia, el ruso recibió a Página Siete en su domicilio de la zona de Sopocachi. Estaba viendo un partido internacional, se levantó del sillón y vino un abrazo y “un gracias por venir”.
Hace 27 años, cuando llegó a La Paz tenía el pelo rubio. Hoy esa cabellera está blanca, pero con la misma condición física que tenía en los años 90.
Han pasado 27 años, no es poco tiempo...
Toda una vida, pero yo tengo lindos recuerdos de toda la gente boliviana y del afecto que me dieron durante la estadía que estuve en este hermoso país.
El ruso con la indumentaria de la Academia, en 1992.
Libro La Pasión del Clásico
¿Nota muchos cambios en La Paz, como ciudad?
La ciudad siempre está avanzando, veo muchas construcciones y es lindo estar en contacto con los jugadores que dirigí en mi época y los dirigentes que también fueron claves para conseguir el campeonato.
¿Puede contarnos cómo llegó a Bolivia?
Recuerdo que el equipo de niños de Bolívar fue a Rusia y allí estaba don Mario Mercado, que era el presidente. Nos encontramos en las canchas del club Lokomotiv, posteriormente me fui a Estados Unidos a dar unas clases y Mercado quería un entrenador ruso para el Bolívar, y como estaba cerca de Bolivia, llegué para hablar y de entrada me gusto la idea de trabajar en este país.
¿Un ruso en Bolivia era toda una novedad?
Seguramente, pero con Mario Mercado hablamos y coincidíamos que el equipo no sólo necesitaba ganar, sino que juegue bien, con un fútbol alegre y vistoso para la gente. Nunca me arrepentí de haber trabajado en el fútbol boliviano porque Bolívar tenía grandes jugadores y hacíamos un gran espectáculo en todas las canchas. Recuerdo que tenía 10 jugadores de ese plantel que luego clasificaron con Bolivia al Mundial.
¿Qué jugadores tenía en aquel Bolívar que dirigió?
Estaban Marco Antonio Sandy, Miguel Rimba, Tito Montaño, Iván Castillo, Carlos Trucco, Marcos Ferrufino, Vladimir Soria, Carlos Borja y más adelante estaban Julio Baldivieso, Marco Etcheverry el Koky Hirano, que era peruano, y nuestro goleador Fernando Salinas; además de un jugador de gran calidad técnica como Daniel Hernández.
Hace poco tuvo un reencuentro con Miguel Rimba.
Foto:Miguel Rimba
¿Dirigió a Etcheverry en su mejor época?
Etcheverry fue por esos años el segundo mejor jugador de Sudamérica, estaba por detrás del colombiano (Carlos) Valderrama, un jugador de gran calidad y lo demostró luego en la Selección y cuando se marchó al Colo Colo de Chile.
¿Había gran respaldo a la tarea que usted tenía?
Me encantó la unidad que había en Bolívar, todos tiraban para el mismo lado. Mario Mercado estaba a la cabeza y tenía colaboradores estrechos como Lothar Kerscher y Javier Ortuño en la dirigencia; mientras que en el cuerpo técnico el trabajo era estrecho con Luis Orozco y el doctor Miguel Elías. También me acuerdo de Óscar Montes (utilero), Lino (Vargas) el masajista y de Omar Rocha (fisioterapeuta). Cuando ya estaba comenzando el segundo año en Bolívar llegó Azkargorta como director técnico para la Selección y eso fue muy bueno para que este país avance y luego lo demostraron al clasificar al Mundial.
Estaba cómodo en Bolivia y era campeón, ¿por qué se fue?
Era una época en la que muchos jugadores se fueron a la Selección y nosotros alistamos muchos jugadores jóvenes, inclusive le ganamos a The Strongest 4-1 y cuando los jugadores volvieron de la Selección, ya eran muy famosos por haber ido al Mundial y vinieron muchos amistosos para el seleccionado y ya no entrenaban con Bolívar porque pensaban más en los viajes y así era difícil seguir. Notaba que cuando venían de jugar amistosos no estaban preparados para defender a Bolívar y como eran héroes, empezó a haber peleas, ya que unos se entrenaban, otros no y así las cosas no funcionaban.
¿Había jugadores que le daban un gran dolor de cabeza?
(Risas) El Jiguchi, Etcheverry y Baldivieso, pero así es el fútbol y la vida... Yo intentaba que ellos se entrenaran para que muestren todas sus condicione.
¿Había indisciplina?
Habían algunos incidentes con esos tres jugadores, pero el trabajo es así, aunque la mayoría fueron excelentes profesionales y no tenían ningún problema con ellos. Jugar en la altura de La Paz me ayudó mucho porque los que venían lo sufrían bastante y cuando nosotros íbamos al llano nos sentíamos mejor. Lo más difícil fue cuando llegaban nuevos jugadores y no podían trabajar porque se sentían con malestares por la altura y teníamos que prepararlos.
El entrenador con sus nietos Victoria y Vitaly.
Foto: Marco Aguilar/Página Siete
¿Qué hizo luego de irse del Bolívar?
Volví directamente a Rusia y luego me fui a trabajar con dos equipos en el fútbol de Israel, retorné a mi país. Estuve en Ucrania y hace cuatro años que ya no trabajo. En Israel conseguí un segundo y tercer lugar, tuve buenos resultados en la Champions o la UEFA, pero en el único lugar en el que conseguí un campeonato fue en Bolívar (1992).
¿Algún momento le propusieron volver a Bolívar?
Nunca me preguntaron, luego me enteré que murió Mario Mercado (1995) y yo también estaba ocupado trabajando en otros equipos.
¿Extrañó Bolivia?
Sí, porque hay gente buena, pero yo estaba viniendo regularmente porque mi hija se quedó a vivir acá y luego nacieron mis nietos en este país, pero no funcionó la posibilidad de volver a dirigir en Bolivia.
¿Sigue a la distancia el fútbol boliviano?
Estuve muy pendiente de lo que hacía Bolívar en 2014, cuando lo entrenaba Azkargorta y llegaron a las semifinales de la Copa Libertadores de América, siempre intento ver lo que hace el Bolívar, pero a veces no encuentro muchas noticias de lo que pasa aquí. Quiero ir a ver el partido del 23 entre Bolívar y Defensor Sporting.
Observó el Mundial de Rusia, ¿qué le pareció?
Me gustó mucho la construcción de varios escenarios, todo muy bien organizado, pero en el tema futbolístico tengo que decir que Rusia jugaba sólo al resultado, dieron mucho para acceder hasta donde pudieron. Brasil podía haber hecho algo más, pero no estuvieron a la altura, Alemania fue otra decepción y me gusto mucho lo que hizo Inglaterra y por supuesto Francia, que fue un digno campeón.
Bolívar 1992, que salió campeón bajo su mando.
Foto: Archivo digital
¿Europa está un peldaño más arriba que el fútbol sudamericano?
No diría eso, lo que sucede es que en Europa existe más dinero y los mejores jugadores sudamericanos se van allá por tener mayor ingreso económico, esa es la gran diferencia. En Sudamérica hay buen fútbol, pero en Europa está el dinero.
¿Está desligado del fútbol por completo?
Estuve 45 años en el fútbol, como jugador y entrenador, ya van cuatro temporadas que no dirijo, por ahora llegó la hora de descansar…
¿Sólo por ahora?
Veremos (risas), por ahora estoy tranquilo y disfrutando a la familia y a mis nietos que ya se graduaron.
¿Y si le ofrecieran algún día el Bolívar?
Puede ser, no descartó nada, siento un gran cariño por el país, pero quisiera que exista la misma unión que había en 1992, eran buenos tiempos.
¿Quiere decirle algo a la hinchada de Bolívar que se acuerda del título que le dio?
Que quieran y apoyen mucho a su equipo, Bolívar siempre tiene que estar arriba, su tradición le exige siempre luchar y ganar los campeonatos. Lo que hice en el club lo llevo siempre como un lindo recuerdo, cuando me iba me ofrecieron quedarme en otro equipo, pero yo respondí que no, ya que tengo el corazón celeste por el aprecio que le tengo a la Academia, donde salí campeón.
HOJA DE VIDA
Nombre Vitaly Schevchenko
Fecha de nacimiento El 2 de octubre de 1951, en Rusia
Trayectoria: Entre 1986 y 1992 fue manager del Lokomotiv, después llegó a Bolívar, pasó por el fútbol de Israel en los clubes Hapoel Beer Sheva y Hapoel Ironi. Volvió a su país para dirigir el Uralmash Ekaterinburg, Torpedo Moscow, FC Rostov, Terek Grozny y el Rotor Volgograd.
No hay comentarios:
Publicar un comentario