La historia de los entrenadores rioplatenses en la Academia comenzó en 1979 con la presencia del recordado Raúl Álvarez, naturalizado boliviano, que estuvo al frente del cuadro de Tembladerani por algunos partidos luego de la salida del nacional Ramiro Blacut.
En 1983 tuvo una presencia fugaz Donato Hernández, en el certamen que concluyó con el campeonato celeste de la mano de Abdul Aramayo. En 1986 Jorge Habegger llegó a La Paz y comenzó uno de los procesos más serios al frente del club con el que consiguió los títulos de 1987, 1988 y en 1996.
El expresidente de la institución Mario Mercado Vaca Guzmán contrató en 1994 a José Omar Pastoriza, exentrenador de Independiente de Avellaneda, quien estuvo a punto de convencer a Diego Maradona para que se ponga la divisa celeste. Al año siguiente, Reynaldo Carlos Merlo, el histórico jugador de River, llegó a campamento celeste para dirigir a la plantilla que en el último partido del año perdió el campeonato ante San José de Oruro.
La dirigencia académica insistió con entrenadores argentinos y en 1996 contrató a Juan Carlos Carotti, que había realizado una gran temporada con The Strongest; pero en Bolívar sólo duró cuatro meses y fue cambiado por Habegger.
En el nuevo siglo
Largos cuatro años pasaron para que Bolívar vuelva a tener un técnico argentino en sus filas. Hace 18 años Carlos Ángel López (+), el gran 10 que tuvo la Academia, tomó las riendas del combinado ante la salida de Luis Orozco, luego de la eliminación de Bolívar en la Copa Libertadores. López duró poco en el cargo, ya que fue reemplazado por Vladimir Soria.
Entre el Zurdo López y la llegada de Gustavo Quinteros pasaron nueve años. Quinteros tuvo un año recordado con Bolívar al jugar tres finales de la anterior temporada y conseguir el último campeonato de los celestes en la Liga. Quinteros fue reemplazado en el cargo por el colombiano Santiago Escobar.
El excampeón del mundo con Argentina (1986), Néstor Rolando Clausen, llegó a mitad de 2010 a Bolívar y no pudo conseguir el decimoséptimo título para el club y fue cesado luego de llegar en tercer lugar en el campeonato de ese año.
El penúltimo rioplatense en llegar a la entidad celeste fue Ángel Guillermo Hoyos, que en 2011 consiguió el primer lugar en el torneo Adecuación y en la Copa Libertadores del año siguiente clasificó a la Academia a octavos de final, luego de que ningún equipo boliviano había llegado a esa instancia en 12 años consecutivos.
En enero de 2016, Ruben Insua fue el último profesional argentino en conducir a los bolivaristas. Insua tuvo un paso fugaz por Bolívar, cuatro meses, y luego de quedar eliminado en la fase de grupos de la Libertadores dejó el cargo.
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