Bolívar tuvo grandes goles a lo largo de su historia, pero uno de ellos quedará grabado en la retina de los hinchas que celebraron la picardía de su puntero derecho.
La Academia estaba a punto de consagrarse campeón invicto del torneo de 1976 y se midió a Mariscal Santa Cruz, en el estadio Lastra.
Los celestes vencían por 5-0, pero llegó la jugada de Raúl Alberto Morales, quien eludió al arquero Wálter Cata Tórrez y quedó solo con arco vacío. Se paró en la línea, se hincó y con la cabeza, con suavidad, introdujo el balón en el pórtico. “No había afán de humillar a nadie, fue una picardía que lo hacía en entrenamientos y quería hacerlo en un partido oficial. Son esos goles los que alegran en el estadio”, dijo Calichin Morales.
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