Guido Loayza: ‘Recibimos un club sin infraestructura’

Nosotros recibimos un club sin infraestructura, porque ésta ya estaba pignorada, las deudas eran superiores a los activos. Por tanto, Bolívar ya no tenía patrimonio, perdió todo lo que había dejado Mario Mercado, tanto en inmuebles como en jugadores. Hubo ventas como las de Joaquín Botero y Ronald García por varios millones de dólares. Infelizmente todo ese patrimonio se perdió durante la gestión de Mauro Cuéllar.

‘La deuda era de 6.700.000 dólares’

Cuando nosotros llegamos el club tenía una deuda de 6.700.000 dólares, que era superior a su activo, de manera que tuvimos que hacer un revalúo para arreglar la conformación de BAISA y quedar en un estado de equilibrio, en el que los activos sean iguales a los pasivos. BAISA se hizo cargo de todos los pasivos, que eran muy grandes, porque se había perdido todo por falta de mantenimiento de pago de impuestos, por tener anotaciones en el Gran Centro por una cantidad superior a su valor y adicionalmente esta infraestructura estaba a 15 días de ser rematada. Entonces, las condiciones en 2007 eran penosas.

‘BAISA cumple sagradamente’

Lo que se logró con BAISA es que sea el gerenciador y administrador del club, tiene un contrato por 20 años y se compromete a poner al menos un millón de dólares por año, cosa que cumple sagradamente y además están siendo honradas las deudas, al igual que todos los juicios. Ahora Bolívar recuperó su identidad, su dignidad, su buen nombre, su imagen en lo institucional, es un club que honra sus compromisos, sean con el Estado, con particulares, con sus jugadores, sus técnicos, es un club serio, con palabra y todo lo que dice cumple, eso es lo primero que recuperamos. También recuperamos nuestro brillo deportivo, hoy el club es respetado deportivamente.

‘Los actos son válidos’

Todos los actos del Tribunal de Honor han sido avalados por asambleas, son válidos. La destitución de Mauro Cuéllar fue avalada por el acto de la plaza Abaroa, o sea hubo un consenso del bolivarismo, que fue ratificado en elecciones, porque esos plebiscitos tuvieron rival: Cuéllar puso como candidato a Fernando Dips, entonces hubo una contienda y se ganó con el 88% de votos. Ellos más bien desaparecieron durante muchísimo tiempo, ahora aparecen para hacer críticas furtivas, pero no tienen ningún peso, porque todos los actos de Bolívar y BAISA fueron avalados por asambleas múltiples y multitudinarias, como las de Don Bosco.

‘Soy un presidente legal’

Aquello de que no estaba habilitado estatutariamente es correcto, pero primero fue porque no vivía acá, estaba trabajando en Argentina durante todos esos años; segundo, es que ellos tenían unos estatutos que cerraban la posibilidad de que existiera alguna forma para hacerles competencia, ya que uno tenía que haber sido del directorio y tenía que haber sido socio durante los últimos cuatro años, entonces cuando Mauro Cuéllar lanzó con ese estatuto las elecciones, nos presentamos con dos personas que cumplían todos los requisitos: Mario Lara y Javier Zuleta, ellos fueron y ganaron; luego renunciaron y entregaron al Tribunal de Honor, que posteriormente hizo una transformación de los estatutos y del acto eleccionario, volviendo a llamar a elecciones que las ganamos con Marcelo Claure, o sea que todo es legal.

La palabra de Loayza

Terrenos de Cotahuma

En Cotahuma, en ningún momento la gestión de Cuéllar hizo un seguimiento ni tomó posesión ni fueron cercados aquellos predios para protegerlos, por eso fueron invadidos por una cantidad de ciudadanos hasta que al club no le quedaba nada utilizable.

Nuestra obligación es pensar en tener los predios necesarios y suficientes para que el club se potencie; es decir, que le permita trabajar con su primer plantel, la preprofesional y divisiones inferiores, y que sus socios se junten alrededor de un predio que sea símbolo del Bolívar.

Deudas de impuestos

Ellos ni siquiera hicieron los trámites para liberar de impuestos a Bolívar por tratarse de bienes de una institución deportiva. No hicieron nada para liberar al club de esas responsabilidades y tampoco los pagaron. En esa situación dejaron al club.

Hoy Bolívar, mediante BAISA, ha asumido que tiene que pagar todo y lo está haciendo como corresponde. En los impuestos hemos avanzado muchísimo, lo mismo que en las AFP. Hoy Bolívar es una entidad que honra sus compromisos.