domingo, 10 de febrero de 2019

Un solitario gol fue suficiente



A pesar de una bajísima producción ofensiva, la peor que se le vio en el campeonato, Bolívar hizo un gol y fue suficiente para obtener la victoria por la mínima diferencia (0-1) y volver a la punta del torneo Apertura, ayer en su visita a Guabirá de Montero.

Nunca en este certamen —y en mucho tiempo— se vio a una Academia virtualmente sin atacar, sin generar juego de mitad de cancha para adelante, pues si tuvo cinco acercamientos al arco contrario fueron muchos, aunque en una de sus esporádicas llegadas convirtió y listo.

Recién ingresado a la cancha desde el banco de suplentes, la primera pelota que tocó Juan Miguel Callejón fue para convertir el único tanto a los 18 minutos del segundo tiempo, en una jugada que fue el primer ataque de Bolívar en el segundo periodo.

El celeste dedicó sus mayores esfuerzos a defenderse ante un Guabirá que no era gran cosa, sí dueño de la pelota y que tuvo la iniciativa de atacar, pero que no pasó de eso.

Después de los primeros 20 minutos anodinos, el azucarero empezó a presionar y a los 23 dispuso de su primera opción clara, pero el golero celeste Saidt Mustafá atajó bien el tiro no muy fuerte de Josué Hoyos.

Guabirá repitió sus ataques con centros al área, sin puntería ni potencia en la definición.

El primer ataque “serio” de Bolívar llegó a los 36, un ingreso de Thomaz Santos por la izquierda y un remate que lo tapó el arquero Luis Cárdenas.

En la segunda parte se vio un partido más luchado, Bolívar logró equilibrarlo en la tenencia de la pelota, pero la mayor parte del tiempo lejos de los arcos en ambos casos.

Javier Lezcano, ingresado en la segunda parte, protagonizó la siguiente buena llegada de Guabirá, entró con decisión, pero remató muy alto.

Dos minutos después —a los 18— cayó del cielo el inesperado gol de Bolívar. Callejón había ingresado a la cancha segundos antes, dirigió su trote hacia el medio y ahí recibió un pase filtrado de Juan Carlos Arce, y frente al arquero lo liquidó con dos remates, el segundo después de un rebote.

Guabirá tuvo otra buena ocasión de Marcelo Aguirre, pero el argentino le pegó apenas desviado, antes de que Lezcano desperdiciara la mejor ocasión para empatar, un penal —por supuesta falta de Diego Bejarano— que “picó” enviando la pelota al travesaño a los 31 minutos.

Casi no hubo más, salvo otro esporádico ataque que Thomaz Santos desperdició para un Bolívar raro, alejado de su habitual juego ofensivo.

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