En una noche estrellada y sin estrellas, Bolívar nunca acabó de cuadrarse. De nuevo desconocido. Esta vez en Santa Cruz, donde intentó reaccionar sobre el final. Pero ya era tarde.
Cruceños y paceños disputaron un buen partido. Corrió siempre el equipo local. Y siempre se esmeró el visitante. Cada cual tuvo sus momentos y cada cual supo sostenerse en sus fases menos lúcidas.
Callejón (izq.) intenta marcar a un rival, anoche.
El equipo de Erwin Sánchez sustentó su juego en la velocidad. Mientras que el cuadro de César Vigevani, casi sin recursos y descontrolado, no mostró argumentos suficientes como para cambiar la historia.
El partido comenzó a todo ritmo con el equipo paceño generando la primera jugada con peligro de gol tras sólo dos minutos de haberse escuchado el pitazo inicial. Juan Carlos Arce recibió un balón por la derecha y realizó un pase en profundidad para Juan Miguel Callejón, quien de primera sacó el remate rasante con destino de red, pero el arquero local Rubén Cordano despejó el balón y evitó la caída de su portería. De inmediato respondió la academia cruceña con una rápida corrida de Leo Vaca por derecha.
Escapó a la marca de Luis Alberto Gutiérrez, envió el centro a media altura y Adrián Jusino (2’), quien estaba presionado por Rafael Barros, en su afán de despejar, introdujo el balón en su propia portería.
Bolívar, que hasta antes de esta fecha era puntero e invicto, se volcó al ataque con Arce como conductor, pues los pases del Conejo buscando a Callejón y en algunos casos a Marcos Riquelme inquietaban a la defensa y al portero Cordano, pero estos respondían a las exigencias del rival.
César Vigevani da instrucciones, ayer en el Tahuichi.
Foto: Marka Registrada
El público esperaba el segundo de la academia cruceña y su equipo le regaló ese ansiado 2-0 a los 44 minutos. Rafinha bajó la pelota de cabeza para Barros y éste sacó el remate, de unos 25 metros, al ángulo superior izquierdo de Mustafá, quien, pese a su estirada, no pudo evitar un verdadero golazo. En el segundo tiempo se mantuvo la tónica. Si uno atacaba, el otro respondía.
En la contra Vaca se fue al ataque acompañado por Junior Sánchez, le hizo el pase al hijo del DT para que defina, pero Riquelme llegó justo para despejar. Tres minutos después, otra vez Vaca estuvo a punto de poner el tercero con un remate de media distancia que pasó rosando el poste izquierdo del arco defendido por Mustafá y casi de inmediato con otro disparo que besó el travesaño. Cuando parecía que le partido terminaría con el 2-0 a favor de Blooming, la visita llegó al descuento por intermedio de Callejón (88’) de penal, después de una falta que Carrasco le cometió a Pereyra. El árbitro Raúl Orosco no dudo en cobrar la falta y en expulsar al defensor por doble amarilla. A los 76’ también vio la roja Justiniano, de Bolívar. El equipo cruceño ganó con justicia y hasta pudo ser por un margen mayor.
figura
Leonardo Vaca
El delantero fue una pesadilla para el cuadro bolivarista. No anotó, pero tuvo al menos tres opciones.
árbitro
raúl Orosco
El juez cochabambino cumplió una regular actuación. Fue drástico con la visita y contemplativo con el local.
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