Al menos siete jugadores habituales titulares empezaron el partido en filas de Bolívar, que luego se reforzó con otros más y en el segundo tiempo estuvo cerca de llevarse la victoria.
A diferencia del Tigre, la Academia puso casi toda la carne en el asador y, según su técnico debutante, Beñat San José Gil, pudo haber hecho “unos cuantos goles” en la segunda mitad.
Con Romel Quiñónez en el arco, una línea de tres en la defensa, a medida que transcurrió el partido la Academia incluso apeló a sus nuevos futbolistas.
Juan Eduardo Fierro, quien ingresó en el segundo tiempo, le dio la victoria, y también entró Hugo Bargas, con buena movilidad, dando la impresión de que será un aporte importante.
De los refuerzos, Jorge Flores jugó desde el comienzo y trascendió abajo marcando y arriba generando ataques.
Solo el mediocampista Wálter Flores no estuvo en la cancha, de los habituales “peso pesados” que tiene la Academia.
“A pesar de ser el primer partido, hubo intensidad y eso es importante. Apenados por no haber dado la victoria a nuestra afición, porque en el segundo tiempo pudimos hacer unos cuantos goles. Tuvimos cosas buenas y también fallas, que son mi responsabilidad por las ideas nuevas que estoy transmitiendo al grupo”, dijo San José Gil.
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