lunes, 16 de abril de 2018

Bolívar se congeló

Bolívar volvió a mostrar los errores que tenía hace un mes y se conformó con un empate 1-1 con Destroyers, por la fecha 12 del certamen Apertura.

El que pensó en una goleada, por la supuesta recuperación de los celestes, se equivocó de medio a medio.

Los celestes estuvieron menos efectivos que en otros compromisos debido a que el conjunto visitante amontonó dos líneas de cuatro que dificultó el accionar del elenco académico. Desde el inicio del juego la propuesta de los cruceños fue el de cuidar el cero en su arco y en parte cumplió con su objetivo.

Bolívar tuvo la posesión del balón y el dominio del partido en todo momento. A los ocho minutos el uruguayo William Ferreira se perdió el primero de la tarde al estrellar el balón en el poste derecho del golero Juan Carlos Robles, tras un buen desborde de Juan Carlos Arce.

Destroyers sólo jugaba al contragolpe con el brasileño Jefferson Tavárez como principal carta de gol, pero muy solitario en los esporádicos ataques que proponía el equipo dirigido por José Enrique Peña.

Los celestes se dieron cuenta que por el sector derecho, con Edemir Rodríguez y Arce, le complicaban la vida a Santos Navarro y por esa banda se generaron las mejores jugadas para el cuadro local.

Cuando el partido parecía controlado para Destroyers, llegó una falla del volante Diego Paz, quien perdió un balón en salida ante Juan Miguel Callejón, quien hizo el dos a uno con Marcos Riquelme, que terminó con el español derrotando al arquero Robles en el mano a mano. Los celestes jugaron más tranquilos con la ventaja, Destroyers que estaba obligado a proponer otro juego siguió con el mismo libreto.

A los 37, Riquelme puso otro pase a Callejón que remató débil cuando la hinchada ya coreaba el segundo de la tarde.

La etapa concluyó con la única jugada de gol de los canarios que Ángel Cuéllar, en una media vuelta, estuvo por sorprender a Rómel Quiñónez, que hasta ahí tuvo una tarde tranquila.

No cambió la tónica del segundo tiempo: Destroyers siguió apostando al contragolpe, pero lo que más llamó la atención es que Bolívar perdía sorpresa para inquietar al rival y marcar el segundo que habría sido definitivo.

A los 14 minutos, Saravia ingresó por el sector derecho, sacó un centro al área chica, el arquero Quiñónez fue a cortar el centro rasante y la pelota se le escurrió entre las piernas. El brasileño Tavares estaba atento y sólo tuvo que empujar el balón para la igualdad.

Bolívar perdió la brújula, comenzó a desesperarse, ya que no encontraba el camino para llegar al desnivel.

Pese a que los celestes eran más individual y colectivamente, los canarios fueron superiores en actitud para mantener el empate y la virtual clasificación que tienen a la otra fase.

Tal como pasó hace 33 años, los cruceños cosecharon un valioso punto ante la Academia, al que nuevamente le parecieron los fantasmas de ese juego improductivo y en varios pasajes sin un norte.

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