miércoles, 23 de agosto de 2017

La Madre Tierra también juega en el fútbol



En el fútbol no solo juegan los equipos, no es suficiente la técnica o la preparación física de ellos, también tiene que ver un poco la suerte, buena o mala, porque una dosis puede llevar a conseguir un éxito o a sufrir un fracaso.

En Bolívar, desde la época de Mario Mercado —presidente a perpetuidad del club—, un “refuerzo” seguro es la Pachamama, protectora y proveedora, fuente de vida y fertilidad, según la tradición. Siguiendo una creencia andina de origen ancestral, dirigentes, entrenadores y jugadores de la Academia hacen pagos a la Madre Tierra por los frutos que ésta proporciona y para exponerle los deseos de obtener otros objetivos.

Javier Ortuño, dirigente celeste desde hace más de 50 años (1964-2017), es el que más cree en esas tradiciones, el impulsor para que no se dejen de hacer las ofrendas.

“Es una tradición que comenzó con la etapa de don Mario Mercado, un empresario dedicado a la minería. Este hecho de ofrendar a la Pachamama viene de entonces, un ritual yo diría obligatorio que fue trasladado a Bolívar”.

Un año, en Copa Libertadores, la Academia debía jugar en Calama, Chile. “Nos íbamos a enfrentar a Cobreloa, justo en agosto, entonces allá hicimos la ofrenda y nos pescó la Policía. Acompañaba a la delegación en ese entonces el alcalde Julio Mantilla, él tuvo que dar las explicaciones en la Gendarmería y pudimos concluir de pasar la mesa. Fue efectivo, porque luego en el primer tiempo del partido perdíamos 3-0, pero en el segundo logramos igualar 3-3”.

Ortuño dice que es cuestión de respeto a la Madre Tierra, de fe y no tiene que ver con otras cosas o creencias.

“Algunos creen que es brujería, pero están equivocados, porque la tierra ha sido creada por Dios, por ello también a tiempo de ofrendar hay que orar. A la Pachamama siempre hay que darle su ofrenda en agosto, porque es el mes en el que se abre la tierra y lo hacemos por ejemplo para precautelar la salud de los jugadores, que no haya lesionados, no exista mala suerte, por eso es importante”.

Con la experiencia que tiene, Ortuño hace notar que conocer “los componentes que tendrá la mesa” es importante, además “traer un buen yatiri, que tenga buena mano”.

El fiscal de Bolívar prepara la mesa en una ofrenda a la Pachamama. Foto: Archivo La Razón

“Creo que en algún momento algunos dirigentes hicieron la ofrenda con gente que no conoce de esto, además no bajo nuestras costumbres y aquello no dio frutos, lamentablemente”.

La tradición en Bolívar tiene años: “Desde la época del técnico (Yiannis) Dan Georgiadis, que siempre hacia la pretemporada en Coroico, allí también lo hicimos”.

Había entrenadores que pedían no fallar en la tradición, como el peruano Moisés Barack o el argentino Jorge Habegger.

“A Jorge le gustaba muchísimo y participaba con entusiasmo y confianza; como también a algunos no les interesó, como a (Reinaldo) Mostaza Merlo, Rubén Insúa, quienes no tenían conocimiento”.

En cambio, “últimamente Miguel Ángel Portugal, a quien le explicamos los alcances de este rito, entendió y accedió a participar activamente, como ahora Beñat San José. Todas esas clases las heredé de don Mario, las puse en práctica en el club porque estoy desde muy joven en Bolívar, desde 1964, y tengo ganados muchos campeonatos”.

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