Vladimir Soria : ‘Si perdía, no quería salir de la casa

Vladimir Soria, de Bolívar, es el jugador que más clásicos ha disputado en la “era liguera”: aunque no estuvo en el primero, son 84. Él dice que anotó “algunos goles” y confiesa que fue expulsado tres veces en su carrera, y dos de ellas en partidos contra The Strongest.

— ¿Qué recuerda de esos clásicos?

— Siempre fueron partidos intensos, de mucha entrega, de ida y vuelta, de mucha fuerza; nunca hubo un equipo favorito, muchas veces Bolívar llegó en un momento complicado de un torneo o, caso contrario, The Strongest atravesaba su peor momento y nos ganaba, por eso en los clásicos no hay plantel favorito porque cualquiera puede ganar.

— ¿Algún gol suyo fue trascendental?

— Marqué algunos, pero que fueran trascendentales no creo, sí fueron importantes en su momento por la rivalidad que existe entre ambos clubes.

— ¿Los clásicos siempre son iguales?

— Iguales desde el punto de vista que son partidos especiales y uno siempre los quiere ganar, se mentaliza para ello durante la semana con el objetivo de vencer. Cuando perdíamos ni siquiera queríamos salir de casa porque llegaban las cargadas. Son encuentros diferentes a los demás por el hecho de que siempre generan mucha expectativa entre las hinchadas de ambos clubes.

— ¿Recuerda clásicos que definieron algo importante?

— No recuerdo el año, pero fue un partido que goleamos 3-0 y nos ayudó a clasificar a un torneo internacional, fue un partido muy disputado en el que ejercimos predominio durante gran parte.

— ¿Usted, que era volante de contención, tenía que marcar a alguien en especial?

— No, en Bolívar nunca hice marca personal en un partido clásico, cada jugador marcaba en zona, es decir por el sector por donde venía el jugador rival; siempre se trabajó en la parte táctica de esa forma.

— ¿Vio alguna vez la tarjeta roja en los clásicos?

— En mi carrera tuve pocas expulsiones, en sí tres y dos de ellas precisamente fueron en partidos clásicos, es que en este tipo de cotejos uno siempre trata de dejar todo en la cancha, de rendir al máximo, de pelear una pelota en todos los sectores y en aquella época había mucha entrega en el terreno de juego. Aparte de mostrar la cualidad técnica, tenías que correr, presionar mucho en la marca y muchas veces también te traicionaba el temperamento.

— ¿Tenía alguna cábala?

— No, nunca he tenido cábalas. Lo único que hacía era prepararme bien durante la semana, descansar y alimentarme adecuadamente, y tratar de llegar siempre en las mejores condiciones.

— ¿Era de hacer apuestas con algún rival?

— No, nunca me gustó hacer apuestas.

— ¿Había concentraciones?

— Le gustaba mucho concentrar al profesor Jorge Habegger, que ultimaba detalles, hablaba con los jugadores; igual pasaba con Reinaldo Merlo.