Hubo aficionados que durmieron en las afueras del Hernando Siles. Otros llegaron por la madrugada al lugar. La idea era estar adelante para ingresar a las tribunas y “agarrar” un buen espacio para ver el partido Bolívar vs. Boca Juniors.
La señora Albertina Mendizábal, de 78 años, llegó a las cuatro de la madrugada y fue la primera en una puerta de preferencia. Ella hizo la fila para que sus hijos, que llegaron de Santa Cruz, y sus nietos, fueran los primeros en ingresar apenas se abrieran los portones a las 17.30.
“A toda mi familia nos gusta el fútbol. Soy hincha de Bolívar, pero yo no voy a ver el partido, sino que mis hijos van a llegar de Santa Cruz. Me vine a las cuatro de la mañana para que pudieran tener un espacio preferencial. Además, son diez personas”, dijo. También estuvo apostado desde muy temprano Marcelo Silva, quien llegó de Cochabamba y de la terminal de buses se fue directo al estadio.
“Uno no se puede perder este tipo de encuentros, mucho más cuando se es hincha celeste. Son pocas las oportunidades para ver también a un equipo como Boca Juniors; por ello me animé a venir a la aventura a ver si encontraba una entrada. Para mi suerte pude comprar al mismo precio”.
También hubo aficionados que llegaron desde Oruro, como Gerson Vargas y Andy Vásquez. A las seis de la madrugada ya estaban en el ingreso de la puerta 18 en la curva norte. “Un partido de estas características uno no se lo puede perder porque, aparte de alentar a Bolívar, tengo la posibilidad de ver a Boca Juniors que pocas veces llega al país. Además a ello, se suma el hecho de la facilidad que dio el club para adquirir entradas vía internet”, dijo el varón.
En total eran siete personas “y queremos tener un lugar preferencial, por eso venimos temprano”. Ambos portaban un letrero alusivo a su presencia en Miraflores y a Fox Sport, la red internacional de televisión que emite la señal.
Luis Martínez, un estudiante, guardó su sitio en la fila escribiendo la palabra “reservado” en una piedra que había en el lugar. “Tengo clases en la universidad, por lo que no puedo quedarme; por ello decidí reservar y dejar una nota sobre una piedra, y amarrarla a la puerta. Somos cuatro amigos, todos hinchas de Bolívar. Es un partido con mucha historia y uno no se lo quiere perder por nada, aunque tampoco queremos perder nuestras clases”.
También hubo aficionados de la tercera edad, como Guillermo Castro, Rubén Pérez, Julián Veramendi y Delfín Miranda, que son seguidores de Bolívar desde su niñez. “En los años 70 era normal pernoctar en las afueras del viejo estadio Hernando Siles para lograr un espacio. Todos, año tras año, adquirimos nuestros abonos”, contó uno de ellos.
Luis Guzmán y Ernesto Condori, con su radio canchera, un paraguas y sus abrigos, durmieron cerca del portón 15: “Tuvimos que hacer turnos para conservar el lugar poniendo horarios para hacer la fila, pero creo que vale la pena”, según Condori. “Fue una madrugada fría, pero entre charla y charla, y un poco de café, transcurrió el tiempo. Nos organizamos de forma adecuada y todo salió bien”, aseguró su compañero.
Tres damas duermen en las afueras por cábala
Tres damas bolivaristas durmieron “por turnos” en las afueras del estadio, lo hicieron por cábala. Carmen Ferrufino, Nátaly Montaño y Alejandra Cazón estuvieron en la puerta 17 de la norte. Alejandra Cazón dijo: “Nosotras no tuvimos problemas para el tema de las entradas porque somos abonadas, así que decidimos venir a dormir y para ello hicimos relevos; además reservamos puestos para 10 personas”.
Nátaly Montaño apuntó: “ Somos un grupo que siempre hacemos fila porque tenemos nuestros lugares preferidos para ver el partido, somos hinchas a muerte del Bolívar y ahora no fue la excepción. Hicimos el sacrificio porque vale la pena cuando nuestro plantel representa al país, y de paso podemos ver a Carlos Tévez (el astro argentino de Boca Juniors)”.
Las tres lucían la camiseta de Bolívar y, según Ferrufino, “tenemos un grupo grande, siempre apoyamos al equipo y nos gusta ser las primeras (en ingresar a las tribunas)”.
Viva
ResponderEliminar