Vladimir Soria es el único exjugador boliviano que disputó cuatro encuentros internacionales frente a Boca Juniors y no perdió en ninguno de ellos. El excapitán de la Academia tiene muy buenos recuerdos en los partidos contra los xeneizes, con dos victorias y dos empates luciendo las casacas de Wilstermann y Bolívar, el dato valioso es que el par de igualdades las consiguió en la Bombonera, donde los argentinos son casi imbatibles.
Soria jugó su primera Copa Libertadores en 1982 en filas del cuadro aviador que junto a The Strongest enfrentaron a River Plate y Boca.
Vladimir, usted es el único exjugador que nunca perdió ante Boca ¿tiene el dato?
Hace años ya habíamos tocado este tema, pero es cierto; en 1982 yo formé parte del equipo que primero le ganó a ese elenco en Cochabamba con gol conseguido por Miguel Ángel Bengolea en un partido memorable para el país.
Pero el compromiso que más recuerda usted fue el de Buenos Aires...
De la Bombonera tengo lindos recuerdos ya que esa noche le empatamos 2-2 a Boca Juniors, que ese año tenía en sus filas a jugadores como Hugo Orlando Gatti en el arco; es más, tuve la oportunidad de marcarle un gol, y es un gustito aparte que tengo de haberme retirado invicto de esa cancha. Estábamos perdiendo por 2-1 y en la parte final yo marqué el empate, Wilstermann tenía un equipazo en ese tiempo.
¿Quiénes jugaban?
Se encontraban Issa, Taborga, Navarro, Villalón, Villarroel, Bengolea, René Melgar, Freddy Salguero, César Enríquez, que luego vino a Bolívar y Carlos Trigo.
¿Con Bolívar también le ganó a Boca?
Fue en la Copa de 1991. Jugamos uno de los mejores partidos de la Copa. En ese Boca Juniors estaban jugadores como Navarro Montoya, Simón, Pico, Latorre, Batistuta, Graciani y otros jugadores de gran jerarquía. El partido fue muy duro porque durante los primeros 45 minutos creamos bastantes ocasiones de gol y Boca Juniors se paró muy bien en defensa, al margen de que Navarro Montoya estuvo inspirado en el arco. Recién en el segundo tiempo pudimos concretar los goles por intermedio del paraguayo Miguel Sanabria y creo que ganamos con total justicia.
¿Cómo fue el compromiso de vuelta ?
En la Bombonera nos paramos bien pese a que gran parte del partido jugamos con 10 hombres porque expulsaron a Miguel Sanabria; sin embargo, el orden táctico que impuso el profesor Jorge Carlos Habegger en el terreno de juego fue la clave para empatar en Buenos Aires.
¿Cómo es jugar en el estadio de Boca?
Para mí es lindo jugar en un estadio como la Bombonera por el marco que tiene ese estadio cuando juega su equipo y la euforia que se vive en el terreno de juego. En 1991 el estadio no estaba lleno, pero igual se escuchaba el aliento, como si fueran 50.000 personas. Lo que se comenta de las cosas que pasan en ese escenario: escupitajos, monedas que se tiran a la cancha además de otras cosas son ciertas, pero la motivación que tiene el jugador de enfrentar a un grande Sudamérica supera ese tipo de factores. En la cancha uno se olvida de todo y en Bolívar especialmente se tiene la costumbre de jugar con esa clase de presiones.
¿Por qué define al Bolívar que jugó frente a Boca Juniors en 1991 como uno de los mejores equipos que llegó a integrar?
Era un equipo de primer nivel. La hinchada, dirigentes y jugadores nos habíamos cifrado mucha expectativa en ese plantel por la calidad de jugadores que existía, como Javier Zeoli, Jorge Olaechea, Alejandro Giuntini, Miguel Sanabria y los que ya estábamos en el club como Fernando Salinas, Carlos Borja, Jorge Hirano, Daniel Hernández o Marco Etcheverry.
¿Y qué pasó ?
Que nos enfrentamos en segunda fase a Nacional del Uruguay, que en el partido de ida hizo una gran diferencia de goles (4-1) y jugando de locales no pudimos revertir esa diferencia. Las expectativas de avanzar a otras fases sólo quedaron en eso
¿Ese equipo quedó con una gran deuda ?
Sí, porque era el mejor plantel en nombres. Todos jugadores de la Selección boliviana y los que vinieron, como Javier Zeoli (Uruguay), Jorge Olaechea y Jorge Hirano (Perú), Miguel Sanabria (Paraguay) y Alejandro Giuntini, que al año siguiente se fue a Boca Juniors gracias a la excelente participación que tuvo en la Copa Libertadores de ese año.
¿Como entrenador también enfrentó a los xeneizes?
Sí, fue por la Copa Sudamericana. En la primera final le ganamos 1-0 en La Paz, en el estadio Hernando Siles, con un tanto de Horacio Chiorazzo y en la vuelta nos derrotaron 2-0 en Buenos Aires. Como director técnico perdí ese partido con Boca, pero como jugador me retiré invicto. Eso me llena de satisfacción.
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