De la comodidad del sofá a la silla pequeña e incómoda. Oriente tuvo todo para conseguir una victoria holgada anoche ante Bolívar, pero se fue desportillando a medida que pasaron los minutos. Del 3-0 pasó al 3-2; de la felicidad se fue al sufrimiento, aunque al final, fue triunfo para los albiverdes en el estreno de Ángel Guillermo Hoyos como DT. Por cierto, rompió su mala racha de no ganar en casa y sumó 14 puntos para acabar quinto en la tabla.
Gran primer tiempo del local y falta de confianza y físico en el complemento. Bolívar, parco en el inicio, reaccionó tarde, cuando el 3-0 lo ahogaba, aunque puso en apuros a un equipo que por su desesperación en procura de mantener la ventaja, no retuvo la pelota y acabó rifándola. El triunfo albiverde se sustentó en el gran trabajo de Ronald Raldes en la última línea (rayó a gran nivel) y del uruguayo Marcelo Román, un "tractor” en la mitad de la cancha, para apretar, quitar y sobre todo entregar bien la pelota.
En el inicio Oriente tuvo vértigo y precisión para llegar con riesgo al arco de Quiñónez. La presión del uruguayo Marcel Román en el medio para el quite y las arremetidas de Rodrigo Vargas por derecha, marcaban la pauta de un equipo que era pleno dominador. El remate de Vargas (12’) y la chilenita de Almirón (17’), anticipaban lo que se venía porque luego, a los 20’, llegó el 1-0 gracias a Vargas. Se la bajó con cabeza Almirón y el extremo albiverde liquidó fuerte.
Tras el gol, Oriente siguió presionando, sin permitirle salida por derecha a Erwin Saavedra y mucho menos a Rodríguez, que no tuvo opción. Almirón y Mojica volvieron a estar cerca de marcar, aunque a los 34’ Gastón Cellerino desperdició la mejor opción de Bolívar al rematar a un costado un preciso centro del Conejo Arce. Pese a ello, Oriente no bajó la presión y consiguió el 2-0 a los 45’, tras combinación entre Peña y Marvin Bejarano que acabó fusilando a Quiñónez por su carril.
Atrás Raldes lució seguro y lo acompañó muy bien Alejandro Meleán en los cierres. Por el carril tuvo más participación Áñez aunque impreciso en los centros. Con el 2-0 Oriente se fue al descanso con el pecho inflado. En el complemento Oriente no iba a bajar el ritmo, porque a los 35 segundos de reiniciada la brega, Almirón puso el 3-0 luego de una combinación entre Mojica y Peña. Olía a goleada, a la vieja historia entre ambos equipos, pero no fue así, porque Oriente se fue cayendo y cedió espacios que Bolívar supo aprovechar.
Del susto al gusto
Hoyos ya había enviado a la cancha a Ortiz por Áñez y por ese carril Callejón encontró vía libre para habilitar a Cellerino (53’) y descontar (1-3). El gol y el cabezazo de Cabrera en la jugada siguiente (tapó bien Argüello) encendió las alarmas. El equipo hasta ahí ya preocupaba por su caída física. Hoyos intentó responder poniendo a Pinto por derecha, pero el juvenil aún carece de confianza al encarar.
Insua igual se la jugó con Capdevila y Arrascaita en cancha y fue este último el que marcó el 2-3 (81’) rematando entre los defensores. En ese instante la comodidad se esfumó, los fantasmas volvieron a aparecer porque arriba ya no había músculos para retener el balón. Pero Oriente logró sostener el resultado y acabó ganando, pese al sofocón.
El DT Hoyos
Ángel Guillermo Hoyos sabe que hubo un bajón físico y que les pudo haber costado caro. Fue por eso que cuando habló tras el final del partido, le apuntó a lo físico, aclarando que "hay que trabajar para plasmar lo que tenemos pensado”. Agradeció la entrega del equipo porque pese a los pocos días de trabajo, hubo compromiso e inteligencia para mantener el resultado final.
"Vamos a aprovechar al máximo este receso para poder estar mejor”, añadió el técnico, rodeado de micrófonos.
Del onceno que acabó, fue para destacar el gran despliegue físico del uruguayo Marcel Román, que sigue siendo el diferente en la mitad de la cancha.
Junto a él sobresalió Ronald Raldes, con seguridad y midiendo bien los tiempos para cerrar, rechazar y salir jugando desde atrás. Hoyos cree que hubo un gran despliegue físico.
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