viernes, 26 de febrero de 2016

En casi dos meses, Insua aún no halla el equipo



En los casi dos meses desde que asumió como director técnico de Bolívar el peor momento que vive Ruben Insua es el actual, debido a la derrota en Avellaneda a manos del argentino Racing Club, que le ganó por 4 a 1 el miércoles, por el Grupo 3 de la Copa Libertadores de América.

Los números, entre lo que la Academia ha hecho en la Liga y ahora en su debut en la Copa, son poco convincentes. De paso, el rendimiento del plantel ha dejado dudas en la mayoría de sus presentaciones. Peor anteayer.

Una explicación que dio ayer Insua, después de que la delegación aterrizó en el aeropuerto de El Alto, es que no encontró aún el equipo “en su real plenitud” y agregó que “recién es la primera fecha de la Libertadores y van seis jornadas del campeonato nacional. Algunos jugadores todavía están en un periodo de adaptación”.

En esos siete partidos, Bolívar consiguió tres triunfos (menos de la mitad), todos por el torneo liguero; empató dos, también por la competición local y perdió los restantes dos, uno en el Clausura y otro en la Copa. En goles, lo ocurrido el miércoles significa que están 10 a 10.

Insua sacó a relucir un detalle: dijo que en el primer tiempo del partido contra Racing, Bolívar jugó igual que lo hizo en la parte inicial de su anterior visita a Argentina, cuando en 2014 cayó a manos de San Lorenzo, que le goleó por 5 a 0 en semifinales también de la Libertadores.

“Prácticamente el primer tiempo se repitió, el equipo jugó muy por debajo del nivel que yo esperaba. Tratamos de trabajar en los entrenamientos previos para que no se repitieran aquellos errores, sin embargo fue un trámite similar”. O sea, no sirvió la dedicación puesta en ese sentido. “En el segundo periodo corregimos algo y el plantel mejoró”.

Los celestes que critican el trabajo de Insua puntualmente observan el por qué no toma en cuenta más seguido a Juan Carlos Arce —autor del único gol ante Racing, tras saltar a la cancha en el segundo tiempo— y Rudy Cardozo. Aunque afirmó que los considera muy buenos jugadores, dio a entender que otros se preparan mejor que ellos.

“El fútbol de alta competencia significa respuesta de los jugadores en todos los entrenamientos y en todos los partidos, ellos trabajan en la semana, nosotros evaluamos las prácticas y, de acuerdo con ello elegimos a los futbolistas que deben jugar”.

El plantel reanudará hoy sus prácticas en Tembladerani con dos objetivos: Ciclón por la Liga, el domingo; y Deportivo Cali por la Copa, el jueves.

Los datos

El mejor

Ruben Insua, DT de Bolívar, anunció que llevará a Tarija “el mejor equipo” para jugar el domingo con Ciclón, a pesar de que unos días después, el jueves, rivalizará con Deportivo Cali por la Copa.

Habilitado

Wálter Flores, expulsado en el clásico frente a The Strongest, fue suspendido por un partido; de manera que, tras cumplir la sanción frente a Petrolero, ya está habilitado para volver y jugar en Tarija frente a Ciclón.

Una gualdinegra en el choque de celestes

Abdel Padilla es periodista.

Gentileza desde Buenos Aires, Argentina

Esta historia comienza en el minuto 14, ni del primer ni del segundo tiempo, sino en el minuto 14 del entretiempo. Con tres goles que remontar, la amenaza de lluvia encima y la voz grave y unísona de la hinchada rival, que golpea cada vez que tomamos un respiro, por algún lado tenía que saltar esa energía y rabia contenidas.

A un minuto de que los equipos retornen a la cancha, no fue necesario inventarse un pretexto, el destino también confabula: el sujeto, sospechoso natural porque era uno de los pocos que no llevaba algo celeste encima, se paró, le pidió a la novia que le tome una foto con la cancha, de fondo. Sacó del bolsillo la camiseta, la desdobló y la extendió con ambos brazos a la altura de su pecho, listo para la foto…

A 30 segundos de que reingresen los equipos, la barra volvió a estallar… Silbidos, vasos de plástico, basura y pedazos de choripanes llovieron sobre la pareja… En representación de todos, dos se descolgaron del grupo, se apoderaron de la camiseta gualdinegra y la echaron, con bronca, hacia la parte baja de la tribuna.

El segundo tiempo comenzó y por segundos, gracias a esta milagrosa catarsis, la denominada Furia Celeste, filial Argentina, retomó, purificada, lo suyo.

Llegaron de todas partes: el grupo principal desde Bolivia, la mayoría de la capital federal; de barrios como Liniers, Flores, Villa Celina y desde luego Avellaneda, donde está enclavado el Cilindro, el estadio Juan Domingo Perón, la cancha de Racing.

A la barra visitante la ubican en la platea norte del estadio, flanqueada por guardias de azul y negro. Uno de ellos intentó reaccionar ante el incidente de la camiseta, pero al enterarse de que la polera pertenecía al ultrarrival del Bolívar, solo dijo: “Qué pelotudo ese chavón (chango), si eso pasaba acá, lo cagaban a palos”.

Y es ley en el fútbol que cuando en el primer tiempo nos perforan la malla en tres oportunidades, lo más probable es que ingrese el cuarto antes que el descuento. Y así fue. Acuña a los 37.

Y también es ley en el fútbol, el gol del honor. Y éste llegó. Juan Carlos Arce, a los 43.

Qué importa, no estaba en el cálculo llevar cuatro en la bolsa y por eso duele, pero no es la primera vez ni será la última.

Sin embargo, el miércoles 24, el día que Racing goleó a Bolívar por 4 a 1, otro partido se jugó en las tribunas del visitante. Una de las cerca de mil personas que fueron a hacer barra, pintada de celeste y tricolor, lo dijo bien antes de dejar el estadio y abordar uno de los buses rojos que los esperaban en la calle Alsina: “Valió la pena venir y gritar ese gol”.

Valió la pena porque fue el grito de desahogo, de reencuentro, de añoranza de retorno a la tierra y de hincha al fin, ya sea sobre los 3.600 metros o al nivel del mar.

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