El capitan Walter Flores, fue el motor del cuadro celeste en el mediocampo y se convirtió de nuevo, en pieza fundamental de la columna vertebral del técnico Xabier Azkargorta.
“Lo mejor es estar en el Bolívar, es lo mejor que me podía pasar en mi carrera, estar en el equipo más grande del país”, indicó Flores.
El “Chiru Chiru” como es apodado, volvió ayer, tras superar una lesión microbifrilar en el muslo derecho que le obligó a perderse el clásico paceño. Sin embargo, frente a San José -equipo que le dio la oportunidad de llegar al fútbol profesional- desmostró que su liderazgo, su actitud de no darse por vencido, sigue siendo importante dentro del andameaje de Bolívar.
A lo largo del partido, sus intervenciones fueron importantes para neutralizar a los jugadores más creativos de San José, se tiraba al piso para recuperar los balones y en varias acciones se discutió con rivales, algo habitual en Flores.
“Es un orgullo vestir esta camiseta y ojalá de aquí en adelante pueda seguir (en la institución) y cumplir mi sueño de terminar mi carrera en el club”, dijo el volante orureño que estaba acompañado de su esposa en el momento del festejo.
El mediocampista cumplirá su contrato al finalizar el Torneo Clausura y la hinchada celeste espera que el orureño siga en el club. Los acercamientos ya se iniciaron por parte de la dirigencia para llegar a un buen acuerdo que favorezca a las dos partes.
El volante se retiró del campo de juego con la mano derecha en el corazón y con lágrimas emocionado, agradecido por los elogios de la hinchada.
“Vamos a buscar la estrella 21 en el próximo campeonato”, acotó.
Flores recibió el trofeo de las manos del presidente de Bolívar, Guido Loayza y empezó la fiesta en el gramado del estadio Hernando Siles. Fue muy requerido de parte de los hinchas, quienes se sacaron fotografías junto con su ídolo y aprovecharon para hacerse firmar las poleras.
“El profesor (Xabier Azkargorta) dejó muchas cosas aquí, este grupo es muy unido y se lo demostró”, finalizó.
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