GENARO ORELLANA
Un formidable zapatazo de Damir Miranda (23’ ST), provocó la descarga contenida del mundo bolivarista. El disparo desde 30 metros se coló en el ángulo derecho del marco de Carlos Lampe y se desató la fiesta. Bolívar, anoche, con su victoria sufrida sobre San José, se coronó bicampeón de la temporada liguera 2014-2015.
El encuentro, que se pintó de celeste, tuvo un trámite donde Bolívar dejó una imagen hecha a la emergencia, porque el “Santo” orureño se erigió en un escollo difícil de vencer porque su planteamiento basado en el orden y con el cuero en el piso, en largos pasajes de la contienda llevó al descontrol y nerviosismo al local.
A pesar del gol, no levantó el vilo en la parcialidad bolivarista hasta el final, porque la visita tenía hombres importantes como Reyes, Puma y Vera, además del meta Lampe que hacían cuesta arriba las intenciones de su rival.
EL PARTIDO
Bolívar empezó el pleito a alta revolución, pero no encontraba los espacios para culminar sus jugadas en la zona donde más duele, puesto que el adversario hacía su trabajo manejando muy bien los tiempos y salidas con balón dominado.
Dentro de esas características, era poco previsible que afloren situaciones de riesgo, porque a la ideas no aparecían en Bolívar para encontrar un resquicio y mover el tablero. Tuvo que pasar 36’ para que Chávez con disparo directo exija la intervención de Lampe.
Cinco minutos después, Tenorio encuentra un balón extraviado, y estuvo a punto de sorprender al meta visitante.
En el complemento, con el ingreso de Tenorio y Capdevila, Bolívar tuvo más dinámica, y sus viajes ofensivos se hacían más frecuentes.
Después del tanto de Miranda, San José vía Lora (24’ ST) desperdició la ocasión más clara para el empate, su disparo salió alto.
De ahí en más, Tenorio en dos ocasiones le tocó la puerta a Lampe (31’ y 34’ ST).
EL ÁRBITRO - BUENO
Joaquín Antequera tuvo una buena performance. Impuso autoridad y siguió las incidencias de cerca. También manejó bien el concepto de la ley de la ventaja, y ello favoreció al espectáculo porque le dio continuidad y leyó bién las caidas simuladas.
LA FIGURA - TOZUDO
El trabajo tesonero, sus ida y vuelta, y su entereza para salir airoso en balones divididos, lo convirtieron en importante pieza en el once celeste. Damir Miranda, también sumó puntos gordos con el balazo que se transformó en el gol de campeonato.
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