Fue una victoria apretada, al mismo tiempo merecida, pero estuvo a punto de perder dos puntos y hasta el partido por su incapacidad ofensiva y por no saber aprovechar la mayor tenencia de la pelota.
San José como había anticipado, estructuró un esquema defensivo rígido y una dura contención en el medio campo que fue difícil de penetrar.
Fue un cotejo de características distintas en cada etapa. La primera fue menos intensa, con mayor control del balón por parte de Bolívar y con un rival abocado a cerrar los espacios, con pocas ideas ofensivas recurriendo sólo al contragolpe.
En esta etapa hubo muy pocas llegadas sobre los arcos. El arquero santo intervino sólo dos oportunidades y eso fue recién pasada la media hora de juego.
Carlos Saucedo de San José tuvo la mejor oportunidad en este tramo, un remate de media vuelta que salió apenas desviado tras burlar a Raldes
En la segunda atapa, San José que mantenía su estilo defensivo de contragolpe, creó dos opciones de gol en los pies del goleador Saucedo, un disparo desde dentro el área (4’) y otro desde la media luna que pasó cerca del travesaño (12’). Con la intención de apelar a otro argumento ofensivo para romper la defensa santa, Juan Carlos Arce sacó un violento disparo (61’), apenas desviado. Antes Saucedo casi sorprende a Dituro que estaba adelantado, faltó precisión en el disparo que salió apenas desviado.
Riquelme desaprovechó, solo frente a Zamora con débil frentazo a manos del golero.
El ingreso de Gastón Sirino, Juan Fierro y Oscar Ribera tonificó la ofensiva de Bolívar, que comenzaba a desesperarse.
En el minuto 74’, tras un centro desde la izquierda sobre el área de San José, el zaguero central Virreira pifió en su rechazo, al delantero recibió como un regalo marcar el 1-0.
La alegría celeste duró muy poco, porque dos minutos más tarde el peligroso Carlos Saucedo, encaró de frente a la defensa rival, supero a Gutiérrez y con certero tiro bajo marcó el 1-1.
Minutos después, Fierro falló en puerta del arco, un centro Riquelme desde dentro el área chica hizo estrellar el balón en el travesaño (80’).
Sobre el final una jugada estructurada por los tres reemplazantes terminó en gol. Comenzó la jugada Sirino, cedió a Ribera, desbordó por derecha, colocó centro y Fierro que marcó el definitivo 2-1 provocando el delirio entre los hinchas celestes que sufrían hasta ese momento. Poco después de inmejorable situación, Riquelme volvió a fallar, cuando estaba solo frente al golero Zamora.
Víctor Hugo Mayorga
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