La magnífica actuación del arquero Diego Zamora, fue un factor determinante para que el elenco paceño a la hora del balance levante un triunfo que parecía lejano en gran parte del desarrollo de la contienda.
Tal como se preveía, el cuadro anfitrión, buscó con insistencia el desequilibrio, y acostumbrado como está a las altas temperaturas, se adueñó del balón para tejer jugadas que marcaban dominio en tres cuartos de cancha, y la visita que optó por poblar el mediocampo y buscar algún resquicio por la gestión de los ibéricos Callejón y Capdevilla que fueron los más requeridos para el contragolpe.
Si bien es cierto que los ojos estaban volcados a lo que iban a proponer los bolivaristas, por eso de llevar sobre sus espaldas la misión para ponerse acorde con aquello de equipo con aspiraciones, y de esa manera labrar un resultado que le permita mantener sus inquietudes para pelear el título en juego, su labor dejaba interrogantes.
La visita, por eso de llevar sobre sus espaldas la misión para ponerse acorde con aquello de equipo con aspiraciones, a la hora de la verdad, eso se hizo lejano, si se toma en consideración su performance, porque no apareció ni centímetros de lo que otras jornadas acostumbra desplegar, el juego pulcro y con posibilidades ofensivas. Opuestamente el adversario de turno, que transformó en técnico interino a Santos Amador, tras el alejamiento de quién era titular, el paraguayo Celso Ayala, con buen despliegue de su capitán Samuel Galindo y las incursiones de los Maidana y Rogerio pusieron en emergencia a su rival, y pese a ello, el desenlace no dejó de sorprender a unos y a otros.
EL GOL
A cinco minutos de la conclusión del pleito, una jugada repetida por ala izquierda, tiene como artífice a Capdevilla que recibió un pase quirúrgico de Saavedra, y tras ganarle las espaldas a su marcador encara ante la salida del meta Brun, y la pelota que encuentra la acción deseperada de Galindo que no logra conjurar la situación y el balón mansito llega a consideración de Damir Mirada que la empuja adentro (40’ ST). Se desatada en festejo ‘celeste’ y la desazón del albiverde que había hecho el gasto, pero no concretó.
EL PARTIDO
El juego tuvo dos etapas diferentes. En la primera mitad, el fútbol burocrático e intrascendente se rozó con el aburrimiento.
Pocas llegadas y juego “chato” caracterizó al partido. Un zurdazo de Galindo conjurado por el meta Zamora cerca al palo derecho, y una buena opción trabajada por Capdevilla, cuyo centro bajo puso a tiro de gol a Arce que con el aliento pudo convertir, pero no pudo, fueron las dos jugadas más propicias en la primera etapa.
En el complemento a sólo 35”, Maidana con un frentazo exige a Zamora que responde. Miranda con arco a sus disposición y en el mano a mano con el arquero Brun, eleva el balón que sale dobre el travesaño, la más clara para Bolívar (24’ ST); luego de una b uena combinación entre Saavedra y Callejón (33’), el español conecta un derechazo que sale desviado.
Para Petrolero, en el botín derecho de Báez estuvo la más clara opción de gol, su disparo encontró como obstáculo el madero izquierdo (38’); Maidana un minuto después, con tiro bajo y seco exige a Zamora que desvía al corner.
Alos 40’ llega el gol de Miranda, y tres minutos después otro intento de Galindo encuentra a Zamora.
Fin de un partido de enorme importancia para para Bolívar que sigue en la pelea por el título.
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