Muy amigo del fallecido presidente vitalicio Mario Mercado, Kerscher dice estar apenado por cómo se encuentra el estadio Libertador Simón Bolívar, porque tuvo la suerte de ver cómo fue edificado. “Tuve la suerte de ver desde que era un canchón, vi desde que pusimos el primer ladrillo. Posteriormente el esfuerzo de don Mario Mercado y el directorio de esa época, hizo que tengamos un estadio donde cobijamos partidos de eliminatorias de un Mundial”, contó el directivo.
Es una alegría cumplir 92 años sabiéndo que la Academia es una institución de éxitos deportivos, dijo Kerscher quien pretende ver que crezca más la infraestructura de la Academia. “Lo poco que queda ha sido obra de Mario. Lo que queda simplemente es Tembladerani. Ojalá siga perteneciendo de una forma eterna a Bolívar y se pueda mejorar esta poca infraestructura que aún nos queda”, comentó. El patrimonio que dejó el fallecido presidente vitalicio fue también el Gran Centro de Obrajes, en la calle 17, donde ahora se levantan dos torres de departamentos y centros comerciales que llevan el nombre de Mario Mercado, donde el club dispone de dos pisos.
“Mario fue un hombre extraordiario y el único recuerdo que tenemos de él es el estadio, ojalá que Tembladerani siga siendo nuestro, y perteneciendo al Club Bolívar”, expresó Kerscher con evidente nostalgia. El dirigente recordó que cuando inauguraron el estadio Libertador Simón Bolívar, fue uno de los momento de mas alegría para el club, porque “pensabamos que iba a ser la Bombonera boliviana. Estrenamos este estadio con una esperanza y una ilusión muy grande, pensamos que se iba a mejorar pero no fue así”, con el paso del tiempo, enmarcó. En todo caso, dijo que gracias al trabajo tesonero se ha logrado que el club no desaparezca, pero ahora tiene la esperanza de que se pueda llegar a cumplir con los objetivos y metas que han trazado en materia de infraestructura.
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