Marko Machicao es el actual ministro de Culturas y Turismo de Bolivia. Pero son pocos los que saben que en el pasado jugó al tenis, practicó la natación y que su pasión mayor en el ámbito deportivo es el fútbol.
Fue jugador de las divisiones inferiores de la Academia y también actuó —con mayor asiduidad— en los torneos de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP) pero con otra camiseta, como integrante de ABB (Academia del Balompié Boliviano).
Menos aún se conoce de su hinchismo “a morir” por Bolívar, el club de sus amores, y que en determinado momento de su juventud llegó a ser integrante de la barra organizada de la Academia, aquella que se distingue por su ubicación en la curva norte del estadio Hernando Siles.
“Recuerdo que mis padres me llevaban al estadio a ver los partidos del Bolívar, pero yo gritaba mucho durante el desarrollo del juego por la pasión que siento, además uno debe vivir y no solamente aplaudir”.
A los 12 años “mi padre ya no quería ir conmigo al fútbol porque yo era muy gritón, entonces con un grupo de amigos del colegio nos animamos a ir a la barra y pasamos a formar parte de esa construcción colectiva que se da en el fútbol: primero la Furia Celeste y posteriormente la Radikal. Ambas ya no existen”, en alusión a que ahora la que manda es la Vieja Escuela.
Desde ese sector “vivía de una manera diferente el fútbol, pues considero que el hincha verdadero debe alentar a su plantel durante los 90 minutos de juego y la barra te permite eso, además que es un gusto aparte”.
Jugó en las divisiones menores del club Bolívar hasta los 16 años, luego pasó a ABB, equipo con el que disputó varios torneos.
“Jugué bastante, lo hice en la posición de delantero. Siempre admiré en mi puesto a Fernando Salinas y luego a Carlos López, grandes jugadores, además de buenas personas. Me tuve que alejar porque mis estudios no me permitieron continuar en el fútbol, ya que demandaban mayor tiempo. Pude jugar con el equipo del profe Isaac Mollinedo torneos juveniles en Chile, Perú, Argentina, donde tuve como compañero a Luis Liendo, quien se convirtió en jugador profesional”.
Como todo bolivarista espera ver a su equipo el 20 de diciembre alzando la copa de tricampeón del fútbol boliviano.
“Bolívar logró levantarse, ya que en el inicio flaqueó un poco en su accionar. Ahora alcanzó a posicionarse entre los primeros y considero que está para ser campeón”.
No descarta ser dirigente de su club
Admite que le hubiese gustado ser dirigente del fútbol y especialmente de Bolívar: “Tiene grandes proyectos que ojalá se plasmen en realidad”, sostiene Marko Machicao.
Sus ocupaciones actuales en función de gobierno no se lo permiten, pero no se resigna: “Quizás más adelante”, dice.
El Ministro de Cultura y Turismo del país está abocado, entre muchas otras cosas, a colaborar en la organización del Dakar 2016. En las anteriores dos ediciones (2014-2015) ya ganó experiencia.
Ésa es, por ahora, la pasión que tiene vinculada al deporte, que además permite que en su área, sobre todo la del turismo, genere la imagen que da Bolivia hacia el mundo, que ha sido muy positiva a través de la carrera más difícil del planeta.
“A nivel gubernamental se van consolidando los proyectos deportivos, se está consolidando el Ministerio de Deportes, la generación de la Ley del Deporte, el Dakar que también como país es una imagen en el ámbito internacional y le da una importancia global a Bolivia. Creo que con todo ello se demuestra el interés del Gobierno por impulsar el deporte, por impulsar la generación de varios deportes y la aparición de nuevos talentos. Creo que es importante salir del fútbol para ayudar a otras esferas como el tenis, el ráquetbol, atletismo, gimnasia artística, deportes que deben tener un impulso mayor”, en su criterio.
En fútbol, opina que las asociaciones trabajan poco
Creo que hay mucho por trabajar, lo venimos repitiendo, pareciera que todos tuviéramos un acuerdo en este sentido, pero lo cierto es que debe haber una integración entre el fútbol profesional y el de las asociaciones”, opina Marko Machicao.
Ve que a nivel justamente de asociaciones “se trabaja muy poco, diría que se lo hace de manera coyuntural o muy a corto plazo, solo para torneos específicos, y no genera una trayectoria para que el futbolista joven pueda tener un proceso para dar el salto al nivel profesional y sea más competitivo”.
Lamenta que “siga existiendo esa división entre las tres cabezas: la Federación, la Liga y las asociaciones, son muchas cabezas. Deberíamos utilizarlas para pensar en un mismo objetivo. En cambio, hoy lo que éstas generan es priorizar particularidades y no lo general, entonces de esa manera es difícil solucionar la actual problemática”.
Hay una improvisación que “se da por varios motivos: uno es el dirigencial, cortando procesos muy rápidamente en base a resultados. Tenemos que ser conscientes de que si queremos un club o una selección con éxitos tenemos que tener procesos de larga data, como lo hace Bolívar en la parte de inferiores promoviendo gente constantemente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario