El delantero argentino Marcos Riquelme cumplió ayer su primera práctica en el estadio Simón Bolívar donde, según explicó, sintió un poco los efectos de la altura, aunque está seguro de llegar en óptimas condiciones el partido de vuelta frente a la Liga Deportiva Universitaria de Quito, por la Copa Sudamericana, el 2 de agosto en la capital de Ecuador.
El atacante de 28 años y último refuerzo de Bolívar, desarrolló una tarea diferenciada al margen del reducido grupo de jugadores Pedro Azogue, Edemir Rodríguez, Gastón Sirino, Wiliam Ferreira, Óscar Ribera y Leonardo Claros , quienes practicaron en Tembladerani, tomando en cuenta que el grueso de la plantilla goza de un descanso desde el mediodía del viernes hasta mañana.
Riquelme, quien está descartado para el debut de la Academia frente a Oriente Petrolero el próximo domingo en el inicio del campeonato Clausura 2017, se recupera de una lesión en la rodilla derecha y necesita de algunos días más para superarse por completo esa dolencia.
El argentino, que llegó el jueves a La Paz y el viernes firmó un contrato por tres años, espera con ansiedad integrarse por completo al grupo y trabajar a la par de sus nuevos compañeros.
“Tengo ansiedad de poder integrarme al grupo pero debo tener paciencia, quiero ser un aporte para mi equipo. El lunes podré conocer a todos. Sentí un poco el ahogo que me dijeron que hay en los primeros días (de adaptación). Lamentó no jugar ante Oriente”, explicó.
El viernes, el técnico de Bolívar, Beñat San José, descartó el debut de Riquelme ante los albiverdes, por la lesión que arrastra. Tampoco contará con el volante Azogue, que va superando una lesión en el codo derecho.
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