El golero cruceño Romel Quiñónez arribó ayer por la tarde a La Paz para reunirse con la dirigencia de Bolívar, pero no se puso de acuerdo y está con el futuro incierto, no obstante tiene contrato vigente con la entidad celeste. Quiñónez había arribado con la predisposición de entrenarse de una vez con el primer plantel y por eso manifestó a Deportes El Diario de que estaba ilusionado. “Estoy muy tranquilo, con la familia y disfrutando de mi hijo, solo quiero sentarme con la dirigencia de Bolívar, depende de como sale esta reunión para ver si me quedo o me voy, la última palabra la tienen ellos, no he cerrado nada, solo voy a conversar con ellos”, dijo el golero, quien lamentó de que no se haya abierto el libro de pases. “No se dio, pero la verdadera historia la saben pocas personas, estoy seguro de que hay buena voluntad”, dijo el cuidapalos, quien tenía la esperanza de solucionar el problema a la brevedad posible. El golero no dejó de mencionar de que quiere mucho a Bolívar y que la considera como su casa. Tras arribar y dejar sus cosas en un departamento, el golero fue citado por la dirigencia celeste para reunirse en Baisa, en la zona de Cota Cota. Al final, el golero no quiso referirse en torno al tema, pero se puso saber de que no hubo acuerdo y que el golero fue citado para volver a reunirse el próximo 12 de julio, cuando será la fecha final en la toma de decisiones. Por este motivo, el golero tampoco se presentará a los entrenamientos, porque primero tiene que resolver la situación. Al parecer se tiene la esperanza de que haya una apertura en el libro de pases, lo que originaría que el jugador tenga la posibilidad de fichar por otro club. Está claro de que hay una decisión tomada a nivel dirigencial para que Quiñónez no siga en el plantel, situación de la que está al tanto Marcelo Claure.
En torno a Juan Carlos Arce y Damián Lizio, su situación es similar al golero Quiñónez.
Luis Moreno
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