jueves, 6 de abril de 2017

El 4-1 es poco para tanta paliza



Fue una verdadera paliza, en todos los sentidos, la que Bolívar le propinó a The Strongest anoche, en el clásico 204 en la historia de la Liga. Desde lo táctico hasta el mentiroso resultado (4-1), porque la diferencia pudo ser mayor.

La Academia es hoy el mejor equipo del torneo Apertura, por eso mira a todos desde arriba (21 puntos), y lo pudo demostrar, qué mejor, ante el vigente campeón nacional, el que en los papeles podría discutirle esa situación, y más bien no solo lo borró de la cancha sino que se lo llevó por delante.

El mérito de Bolívar siguió un proceso, desde lo bien pensada que fue la estrategia que debía utilizar, hasta plasmarla correctamente; ante ello, un The Strongest sorprendido no tuvo ideas renovadas y menos reacción.

La clave que utilizó la Academia fue desbaratar lo mejor que tiene el Tigre, su mediocampo, y al desarticularlo, al dejar fuera a Pablo Escobar y compañía, todo lo demás se le hizo fácil. Porque con el control pleno del medio campo y una nítida solidez atrás, el segundo capítulo fue trabajar hacia adelante y lo hizo bien, rápido, claro y efectivo, tanto que acabó goleando.

De entrada, a los atigrados, el manejo de la pelota les duró apenas minutos, fue hasta que a los 9 Ronnie Fernández abrió la cuenta.

De ahí en más, el control pleno —y no es una exageración— fue de Bolívar. Con presión quitaba rápido la pelota y aturdido como lo puso a su rival, lo fue mermando de a poco.

El primer tiempo pudo —debió— acabar con algo más que el 2 a 0. El segundo lo hizo Juan Carlos Arce a los 44’; pero antes, Fernando Marteli sacó de la línea, al propio Conejo le anularon un gol legítimo, y Vaca les tapó a Arce y a Fernández.

La expulsión de Fabricio Pedrozo por una falta a los 38 minutos había dejado a The Strongest peor, pero antes de eso —cabe hacer notar— Bolívar ya lo había superado claramente.

Encima, la Academia supo definir todo muy temprano en la segunda mitad con un golazo de Mauricio Prieto (‘sombrero’ a Chumacero y pegada notable desde fuera del área) a los 11 y el cuarto, obra de Fernández, ‘colgando’ a Vaca después de recibir un regalo de Gabriel Valverde a los 13.

Si Bolívar hubiera querido hacía el quinto y el sexto, pero se llamó a tregua, le entregó la pelota a The Strongest que igual no sabía qué hacer con ella, aunque Alejandro Chumacero, a los 47, logró el gol del honor.Fue uno de los clásicos más desiguales en años. Es que Bolívar fue mucho más, sin ninguna duda.los datos

¿Amarilla?

Fue falta con agresión: Justiniano contra Pedrozo. Bastaba la intención para que el árbitro le sacara tarjeta roja al de la Academia; solo lo marcó con amarilla.

Mal anulado

Corrían 35 minutos, Raldes rumbo al arco optó por ceder la pelota a Arce, quien hizo el gol. Se lo anularon por posición adelantada. El Conejo estaba habilitado.

Roja directa

Esta vez, Irusta estuvo bien: Pedrozo fue por atrás contra Morales. Bien puesta la roja.

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