El golero de Bolívar Romel Quiñónez mejora cada día. Según cálculos del cuerpo técnico del club, el portero será dado de alta en aproximadamente tres semanas. "Le daremos la oportunidad de que juegue algunos partidos en el torneo de Reservas con el objetivo que recupere su ritmo”, dijo el técnico de la Academia, Beñat San José.
En septiembre del año pasado, Quiñónez sufrió una rotura del ligamento cruzado en la parte posterior de la rodilla izquierda durante el partido que Bolívar venció 1-0 a Petrolero, en Tarija.
Ayer, durante el entrenamiento que la Academia efectuó en el Club de Tenis de Huajchilla, Quiñónez trabajó a la par de sus compañeros. En un momento de la práctica el DT celeste destacó su buen desempeño.
"Romel es un gran arquero, cada día lo demuestra. Pienso que cuando el cuerpo médico le dé el alta correspondiente le daremos la oportunidad de que juegue algunos partidos en el Torneo de Reservas con el objetivo que recupere su ritmo”, aseguró el vasco.
Entre tanto, Mauro Machado, preparador de arqueros, indicó que Quiñónez debe trabajar aún en su peso. "Gracias a Dios Romel viene mejorando. Estoy insistiendo en el tema del peso, ya que debido a la lesión subió bastante, estamos intentando que pueda ir bajando y estoy seguro que mejorará más su nivel”, dijo Machado.
El cuerpo técnico tiene previsto que el guardameta cruceño reciba el alta médica en tres semanas.
"Ingresamos en la recta final de su recuperación, es cuestión de algunas semanas para que Romel esté de nuevo en las canchas. Él está muy contento y lo demuestra en cada entrenamiento”, aseveró el preparador de arqueros. Entre tanto, el resto de los jugadores de Bolívar intensificaron ayer su entrenamiento. El uruguayo Gastón Sirino, quien salió lesionado el miércoles, trabajó ayer de manera diferenciada.
Sirino trabajó bajo la supervisión de Omar Rocha, quien es el fisioterapeuta de Bolívar.
La intensidad del entrenamiento de ayer generó otro susto al cuerpo técnico del español Beñat.
El portero Matías Dituro cayó sobre su hombro derecho por despejar un balón.
Al finalizar la práctica, el portero tuvo que utilizar hielo para bajar la hinchazón del golpe. "No es grave”, dijo el médico del plantel, Guillermo Aponte.
El resto de los jugadores tuvieron una exigente labor física. Fueron divididos en dos grupos. Uno trabajó con el DT y otro con su ayudante de campo, José Manuel Gorjón. Hoy, el primer plantel celeste volverá a entrenar en Huajchilla. A partir del lunes la dirigencia cambiará el lugar de entrenamiento.
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