Ser hincha de uno de los clubes más populares de Bolivia, como es el Bolívar de La Paz, “siempre ha sido cuestión de corazón”, comenta la joven y fiel seguidora del múltiple campeón nacional, Málory Cris Ortiz Herrera, quien asegura que “su corazón es 100 por ciento celeste”.
La estudiante de comunicación social de la UCB Cochabamba, quien pronto defenderá su tesis, comenzó su amor por la Academia paceña a sus cuatro años, gracias a la motivación de su hermano, Enrique Ortiz. “Mi hermano siempre me llevaba a los partidos de Bolívar. A veces no entendía lo que sucedía en el campo de juego cuando era pequeña, pero siempre me emocionaba ver cuando la gente gritaba gol y todo se ponía de color celeste”, asegura.
“Por el tipo de trabajo que hace mi padre (Olker), viajé a muchas ciudades del país, pero nunca me cambié de equipo. Recuerdo muy bien cuando estaba en el colegio Maryknoll y salimos campeonas de fútbol. Claro, se lo dediqué a mi campeón Bolívar”, expresa la cochabambina que nació en Camiri, Santa Cruz el 7 de mayo de 1992.
La hija de Miriam y hermana de Cristina y Enrique, sueña que la Academia se corone campeón del torneo Apertura 2015 por anticipado, como lo hacía Bolívar cuando en sus filas tenía al cochabambino Marco Sandy, de quien se considera una gran admiradora. “Sandy siempre fue mi ídolo, ha sido uno de los símbolos de Bolívar”, recuerda. “Quiero hacer una maestría en Alemania y desde allí seguiré apoyando a mi Bolívar”, concluye Ortiz
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