martes, 27 de agosto de 2019

Luján fue parte del ‘Poderoso Bolívar’



En su época surgió el ‘Poderoso Bolívar’, así era llamada la Academia porque era un equipo imbatible, del que formó parte el delantero de origen paraguayo Eliodoro Luján, quien vino a jugar por un año, aunque no se fue nunca más y, ya naturalizado, vive en el país hace medio siglo.

Su llegada coincidió con un hecho que le marcó —y que está a punto de cumplir también 50 años—, ya que fue testigo de lo que se vivió en Bolivia debido a la mayor tragedia del fútbol nacional, cuando The Strongest perdió a su plantel en Viloco, en septiembre de 1969.

“Esos días vi llorar a toda una ciudad, fue muy duro. Nosotros tuvimos que reconocer los cadáveres de tres paraguayos”, recuerda Luján, quien llegó a La Paz el 18 de septiembre de 1969 para sumarse a Bolívar; días después, el 26, ocurrió el accidente.

Una de las imágenes que se le quedó grabada es la del cortejo fúnebre “más largo de entonces”, porque mientras el primer ataúd de los jugadores fallecidos entraba al Cementerio General, la cola de esa columna de dolientes terminaba de salir de la Catedral Metropolitana, ubicada en la plaza Murillo.

Esos días, Luján se acompañaba de dos paraguayos: Arturo Galarza y Víctor Gómez, quienes eran representados por Antonio Arenas, un ciudadano paraguayo que lo trajo a La Paz y quien justamente falleció en ese desgraciado vuelo.

“Día antes hablé con él, estaba en Santa Cruz y nos repetía: ‘No me firmen nada hasta que llegue’. Días después tuvimos que ir a reconocer su cuerpo, al igual que de Armando Angelaccio y Orlando Cáceres, quienes eran paraguayos. Fue muy doloroso eso que se vivió”.


Pasado el susto, vino una gran temporada luciendo la camiseta de Bolívar.


“Después de que ganamos el campeonato de 1969 me hicieron un reportaje en el que decía ‘Luján llegó, jugó y salió campeón’. De inicio le gustó mi rendimiento a Norberto Fernández, quien era mi entrenador y me decía que así no hiciera muchos goles, igual le servía como armador del juego porque yo tenía esa virtud de buen dominio de la pelota”, recuerda Luján, quien radica desde hace 30 años en Santa Cruz, luego de que los 20 iniciales los vivió en La Paz.

En el fútbol tuvo “bastante fortuna” porque desde que vino a Bolivia siempre le fue bien. “Ese año fuimos campeones con un gran equipo y aunque en el Nacional no repetimos el título y luego jugamos la Copa Libertadores, Bolívar mostraba un gran juego”.

Entre 1970 y 1971 con Bolívar fue a jugar amistosos al sur de Perú, de donde volvieron invictos, fue cuando la prensa de ese país tituló el ‘Poderoso Bolívar’, lo que se replicó en La Paz.

“En Arequipa no nos devolvieron los pasaportes porque querían la revancha, volvimos a jugar contra el Melgar y les ganamos otra vez, ahí cobró más fuerza eso de ‘poderoso’. Y cuando volvimos a La Paz la prensa ya nos anunciaba de esa manera”.

Un recuerdo imborrable de este exdelantero celeste es haber tratado con dirigentes de la talla de Mario Mercado y Luis Eduardo Siles. “Eran mucha categoría. Escucharlo a don Mario era como que iluminaba el camino de Bolívar, era un gran visionario”.

También se acuerda de José Laquis Chequer, del club Olimpic. “Por jugar en su club, yo no fui el primer año a la Liga, sino salvamos a Olimpic del descenso, pero él me pagaba como si jugara en primera categoría. Fue un gran dirigente del fútbol paceño”.

Tras Bolívar, Luján estuvo un semestre de 1975 en Always Ready, otro en Beni Petrolero de Trinidad y al año siguiente en Oriente Petrolero de Santa Cruz.

Años después jugó en White Star (1978) para de a poco retirarse de la actividad.

Tras algunos años como DT en la AFLP en los 80, emigró a Santa Cruz donde dirigió a equipos de la ACF.

En su domicilio en Santa Cruz, en el quinto anillo, donde tiene recuerdos de futbolista. Foto: Elionoro Lujan

‘Jugué junto a grandes futbolistas’

Eliodoro Luján vio jugar en partidos de exhibición a Víctor Agustín Ugarte: “Sencillamente era espectacular, fue el mejor jugador de la historia del fútbol boliviano”, dice. También afirma que nunca vio errar un penal a René Rada mientras estuvieron en Bolívar. “Jugué junto a grandes futbolistas, creo que ese es otro gran privilegio que tuve en mis años de fútbol”.

Detalla que en un partido de despedida que le organizaron a Ugarte, lo vio actuar “ya mayor y retirado, pero llevaba la pelota como si tuviera un imán en los ‘cachos’. Cuando llegué él ya no jugaba tiempo, pero en algunos partidos de exhibición que lo vi, era notoriamente increíble su calidad”.

Sobre los años en que estuvo en la Academia, recuerda perfectamente a varios destacados jugadores de los 70 con quienes compartió, como sus paisanos Arturo Galarza en el arco, el “gran zaguero” Mario Rojas, a quien llamaban el Doctor, Luis Hernán Cayo, René Rada, Wálter Costas, Eleazar Tercilla, Ramiro Blacut, Pastor Achi, Remberto Chembo Gonzales, Waltercillo Coutinho Rodrigues —con quien habitualmente se ve en Santa Cruz en la actualidad— y Víctor Gómez, otro que vino a La Paz procedente de Paraguay.

“En Always me tocó estar con Balmaceda, Cornejo y algunos más. Siento que fui un privilegiado por haber jugado con tantos buenos futbolistas de esas épocas, pero también conocí a grandes hombres como don José Laquis Chequer”, rememora.

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