Miguel Ángel Portugal, entrenador de Bolívar, sólo ha podido solucionar la crisis del portero, dándole continuidad al talentoso golero Romel Quiñonez. Pero ahora, el siguiente problema es encontrar solución a la línea defensiva. El estratega celeste tendrá que decidir ante Sport Boys, quiénes serán sus dos centrales titular que le brinden seguridad para luego afrontar los dos siguientes cotejos contra The Strongest y Wilstermann.
Portugal no ha cesado con las rotaciones y al parecer no está cansado de hacerlo. Sin embargo, ahora se ve obligado en encontrar cuanto antes, una pareja estable para asegurar una defensa que sólo ha sido una gota más en el mar de dudas que se ha sumido la Academia.
En el partido contra Nacional Potosí, la línea defensiva de Bolívar encontró en Quiñónez su salvador, quien evitó que terminara maltratada y reprochada durante la semana. Las subidas simultáneas de los dos laterales, por la inactividad de los mediocampistas ofensivos y la incapacidad de los volantes medios para realizar las coberturas, han dejado a los centrales ante constantes peligros en varias jugadas.
Otra condicionante para que la última línea viviera una tarde para el olvido, fue la extrema lentitud de los zagueros Nelson Cabrera y Ronald Eguino. La pareja estuvo clavada al gramado del Siles ante los pelotazos, cambios de frente y pases en profundidad, y poco pudieron hacer ante estos acertados argumentos futbolísticos del cuadro potosino.
En descargó de Portugal, habría que consignar la pésima actuación del lateral derecho, Lorgio Álvarez. El cruceño le entregó su franja al delantero de Nacional, Rodrigo Vargas, para que hiciera lo que quisiera. Además, Álvarez subió hacia campo contrario cuando quiso, pero no contribuyó en nada. Menor fue su contribución al retornar a su puesto de origen para defender los contragolpes.
Aunque la cifra de goles recibidos por el Bolívar no sea tan alarmante como su falta de juego de conjunto, la realidad es que la Academia sólo ha dejado en cero su portería en cuatro de once ocasiones, contra: The Strongest, Oriente Petrolero, Real Potosí y Aurora.
Si el entrenador español pretende dar estabilidad al equipo en el centro de la zaga, deberá decidirse por un dúo, que esté exentó de sus rotaciones, salvo en partidos asequibles o por las ausencias derivadas de lesiones y sanciones. Portugal elegirá, ante Sport Boys, una pareja, y serán estos dos los que jueguen el clásico y el cotejo contra Wilstermann, si es que quiere evitar dejar todo en manos de Quiñónez.
Edemir Rodríguez es el que ha recibido más confianza de Portugal, con nueve partidos como titular. Luis Gutiérrez, que llegó entre los últimos refuerzos, sólo ha disputado cinco partidos desde el primer minuto. Eguino y Cabrera han sido titulares en siete y seis ocasiones respectivamente.
Esta estadística corrobora la inseguridad e inconformidad del entrenador español con cada uno de sus defensores. La zaga más utilizada ha sido la de Eguino-Cabrera en cinco partidos, Gutiérrez-Eguino en tres, Rodríguez-Gutiérrez en dos, Rodríguez-Cabrera en una. Ahora, ¿por cuál se decidirá?
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