El número más mítico en la historia del fútbol es el 10. El jugador que lo porte tiene un liderazgo que llevar; además es identificado como el mejor del grupo. En el Club Bolívar era una tradición que los más destacados jugadores del balompié nacional luzcan esa polera. El Maestro Víctor Agustín Ugarte, Erwin Romero, Carlos Ángel López o Marco Antonio Etcheverry, entre otros, tuvieron el honor de llevar el histórico dorsal en sus espaldas.
Esa linda costumbre que tenía la Academia se perdió en los últimos 17 años, los más memoriosos recuerdan que el último "gran 10” que tuvo Bolívar fue Julio César Baldivieso, que en el 2000 fue el líder del equipo que llegó hasta octavos de final de la Copa Libertadores.
En Bolívar, más que en otros clubes, llevar la casaca 10 tiene un significado especial ya que todo va de la mano con la característica que se predica en el conjunto de Tembladerani: calidad técnica para desenvolver el juego elegante, sobrio y de Academia, que su exigente tribuna reclama en cada temporada y por la que sus hinchas sienten un orgullo particular de tenerla.
No por nada Bolívar se ganó el sobrenombre de la Academia, aquella que algún jugador de la actual plantilla dijo hace poco desconocerla pese a que lleva varios años en el plantel.
El reconocido escritor Fernando Diez de Medina, en los párrafos más sobresalientes de su Apología Lírica del Bolívar Legendario, comentaba lo siguiente: "Una tarde, en Miraflores, al admirar una combinación maravillosa de pases cortos y precisos entre Alborta, Molina y Tapia, como pases de ballet, un fanático grito estremecido de fervor; ¡está jugando la Academia! y el sobrenombre para la entidad bolivarista quedaría para siempre”.
Destreza y habilidad
"Al Bolívar vamos a verlo jugar para delicia de la visión, para regocijo intelectual, para exaltación de los sentidos. Sus jugadores supieron orquestar la escuadra celeste, con rigorismo de geómetras; no para deslumbrar la prepotencia de la mente colectiva, sino para dar cátedra de empuje con destreza, de habilidad con elegancia, de fortaleza con dominio de la fuerza”, agregaba Diez de Medina, describiendo claramente cuál es la identidad de Bolívar, aunque muchos dieron prioridad, en los últimos tiempos, al resultado antes que al buen juego.
¿Dónde esta el 10?
En el casi año y medio en el que Beñat San José se encuentra como director técnico, la Academia contó con dos "10”. El primero fue el tarijeño Ruy Cardozo que en enero de este año se marchó a filas de Wilstermann y el que pasó a ocupar esa plaza fue Leandro Maygua, quien terminó de completar su período de formación en filas de Bolívar en 2012, cuando fue promovido a la primera por el exentrenador Miguel Ángel Portugal.
Maygua debe ser de los pocos jugadores que lucieron la casaca diez en la historia de Bolívar que tiene poca participación en el equipo titular. En lo que va de este torneo Clausura, el volante estuvo en ocho partidos de los 14 que ya disputó el cuadro de Tembladerani; sin embargo el paceño sólo jugó un partido completo: el que Bolívar perdió en el inicio del certamen frente a Guabirá por 3-0, en la localidad de Montero, en los restantes siete juegos comenzó de titular o ingresó en reemplazo de otro jugador en los segundos tiempos.
En un par de años más se cumplirá dos décadas sin que los celestes tengan ese jugador número "10” que su hinchada añora. Por el momento, a esos hinchas sólo les queda seguir recordando al Maestro Víctor Agustín Ugarte, a la técnica de René Rada, las jugadas cerebrales de Ovidio Messa (+), la habilidad de Carlos Aragonés, las inolvidables gambetas de Erwin Chichi Romero, la inteligencia del Zurdo López, los remates de Erwin Sánchez, las "diabluras” de Marco Antonio Etcheverry, el dribbling de Ramiro Castillo y la personalidad y jerarquía del cochabambino Julio César Baldivieso.
Puntos de vista
Juan Carlos Costas
Director Cadena Pratel
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Bolívar comete un gran error en esta gestión al desprenderse de un armador de juego como era Juan Miguel Callejón, en rigor de verdad era el que definía las jugadas. Ante la ausencia de Callejón, no existe un hombre organizador en el equipo, el 10 que viste Leandro Maygua es nominal ya que no se lo utiliza nunca.
Lothar Kerscher
Fiscal general Club Bolívar
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El 10 en el fútbol y en Bolívar es el director de la orquesta, como lo eran en su tiempo el Zurdo López, Chichi Romero o Carlitos Aragonés. Todos se acuerdan cuando el Zurdo agarraba la pelota y jugaba de memoria con Hirano y Salinas. En este momento no veo en nuestro plantel un 10 como solíamos tener en el pasado,
Javier Ortuño
Dirigente del Club Bolívar
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Chichi Romero marcó una época en Bolívar, Pacho Góngora era una saeta, pero se lesionó. Tuve la oportunidad de traerlos a Bolívar a Erwin Sánchez, Etcheverry y Castillo. Creo que Julio Baldivieso fue el último de esa jerarquía. Cuando tuvimos esa categoría de jugadores marcamos diferencia en la cancha.
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