jueves, 12 de septiembre de 2019

Jorge Pereyra: ‘Me sorprendió más que se juegue tan lento’



Jorge Pereyra Díaz llegó a Bolívar esta temporada. No lleva aún ni un año, pero ya es como de la familia. Además, le ha ido bien. Su producción guerrera hizo que se ganara rápido a la afición celeste. De paso, cumple su función, porque vino con cartel de goleador y es un buen aporte: 10 goles en el primer torneo y hasta ahora 6 en el segundo es suficiente carta de presentación.

Pero ese —su fama goleadora— no es precisamente el tema de esta conversación, sino su experiencia en un fútbol al que antes ni pensaba venir y que, a diferencia de otros, tiene sus particularidades; además, en un país definitivamente diferente...

— ¿Cómo está en el fútbol boliviano?


— Bueno, cuando uno menciona que irá a jugar al fútbol boliviano siempre sale el tema de la altura, pero esto conlleva mentalizarse y cumplir con ese proceso de aclimatación, que es natural; obviamente cuesta, pero con el tiempo uno se acostumbra y es parte de esto. Creo que para cualquier futbolista el tener esta oportunidad de jugar en este clima es algo importante por la experiencia que adquiere a nivel, tanto competitivo como individual.

— ¿Jugar en pocos días entre la altitud y el llano es muy distinto?


— Sin duda alguna, uno debe estar preparado, porque el domingo juegas por decir en ciudades de altura y a mitad de semana bajas a nivel del llano. Ahora, es lógico que se sienta, por ejemplo, cuando los equipos suben sienten ese cambio como también nosotros cuando bajamos a competir en diferente temperatura, pero es parte de la competencia y esto lo hace más atractivo al torneo, es un reto más para el jugador. En mi caso, a veces siento molestias estomacales o dolor de cabeza, pero con el tiempo uno se acostumbra, es parte de la profesión y hay que asumirlo como tal.

— ¿Y cómo ve la competencia misma?


— Tiene un buen nivel, con clubes que se preparan bastante bien, con equipos que son protagonistas, especialmente aquellos que juegan a cierta altura como The Strongest, Wilstermann, San José, Nacional o Real Potosí; pero aquellos que son del llano también tienen sus ventajas, aparte de tener planteles muy competitivos, lo que hace que sea un campeonato complicado y de alta exigencia.

— ¿Qué le ha sorprendido más?


— Que se juegue tan lento. A mí me costó agarrar ese ritmo porque yo venía de un fútbol de mayor dinamismo, pero acá uno se tiene que adaptar, más aún cuando la pelota no dobla y uno no sabe cómo y dónde caerá por la velocidad que tiene a este nivel, entonces cuesta agarrar el tiempo y la distancia. Por lo demás es un torneo muy exigente en lo físico y con jugadores con buena técnica. Si se pudiera mejorar el estado de los terrenos de juego creo que ayudaría bastante a la velocidad y sobre todo al espectáculo.

— ¿Usted ya está rindiendo en su techo?

— Sin duda alguna puedo rendir más, ya me estoy acostumbrando y sobre todo mejorando en cada partido. Soy un jugador a quien le gusta correr mucho, trato de aportar y también concretar goles; sé que puedo dar más y trato de elevar mi nivel. Hoy por hoy, me siento mejor en todos los aspectos.

Jorge y su familia en la Cumbre, camino hacia los Yungas. Foto: Familia Pereyra

— ¿Es Bolívar su equipo también del futuro?

— Claro que sí. Termino contrato en diciembre, pero tengo en mente el poder continuar en el club, más aún cuando se viene preparando con mucha planificación y organización la próxima competencia, que es la Copa Libertadores, aunque esto no pasa por mis manos sino por las de mi agente, quien será el encargado de arreglar el tema. En lo personal, buscaré seguir aportando al objetivo colectivo.

— ¿A qué tendría que apuntar Bolívar en la próxima Libertadores?

— Será una competencia de mucha exigencia y nivel, y para ello nos estamos preparando, y qué mejor que en un torneo como el local que nos da la posibilidad de llegar en mejores condiciones desde lo táctico hasta lo futbolístico. Sabemos también que no podemos dejar de ser protagonistas en el campeonato local, porque el club y la hinchada lo exigen y para nosotros es un reto y motivación buscar siempre llevar al Bolívar a los primeros lugares. Aparte, queremos competir a nivel regional y sabemos que para eso debemos estar listos con antelación. Hay plantilla para pensar en hacer una mejor participación internacional.

— ¿Ya se acostumbró a La Paz?

— Siempre me pregunto cómo construyeron una ciudad en los cerros, porque uno cuando llega queda admirado por la estructura que presenta La Paz, es increíble, y no termina de explicarse cómo hicieron construcciones en una hoyada. Aparte, aquí la gente te trata bien, tienes seguridad, puedes salir a caminar en la noche y no hay riesgos, entonces aquello hace que te sientas tranquilo y cómodo junto con la familia.

— A ustedes les tocaron los bloqueos más de una vez, ¿y eso?

— Bueno, es otro tema al que uno debe adaptarse. Hace poco tuvimos una semana complicada, pero uno tiene que cumplir como cualquier otro profesional el hecho de llegar a su trabajo y nosotros también debemos hacerlo. Lo bueno es que esto no se da con frecuencia en la zona Sur, donde vivo, pero siempre es una dificultad que hay que saber superarla, es otro reto para uno. Pero esto de los conflictos es normal en todas partes, no hay por qué extrañarse.

— ¿El vivir en Bolivia es bueno, por ejemplo, para ahorrar?

— Claro que sí, es otra motivación para quedarse. Acá el precio del dólar siempre se ha mantenido y uno no tiene que estar cuidando el bolsillo, permite tener tranquilidad el hecho de que los precios en el supermercado se mantengan, el precio de gasolina siempre está igual, esto te da estabilidad y es sorprendente cómo el país tiene estabilidad. En la Argentina la economía sube de una semana a otra, vas al súper y la carne sube, al igual que la gasolina; acá el país se encuentra muy bien y esto ayuda en la economía familiar y, como te digo, es otra motivación para continuar, sobre todo por la tranquilidad que te da.

— ¿Y los hinchas?

La verdad, me gusta y me sorprende el hincha, es muy fanático, quiere que ganemos todos los partidos, que es lo normal. A la vez, la gente que te cruza en la calle o en el mismo estadio te hace sentir el cariño que te tiene. Nosotros tenemos que poner todo partido a partido, ellos gastan su dinero para asistir y nosotros debemos devolverles eso con sacrificio, con entrega en cada juego y por eso les agradecemos. En Argentina el hincha es muy apasionado y es más resultadista, aquí la gente es un poquito más paciente.

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