jueves, 15 de marzo de 2018

Un planteamiento mezquino se estrelló con una muralla


Bolívar no consiguió un buen resultado en su debut como local en la Copa Libertadores 2018 por una sumatoria de errores, desde la alineación inicial, sin un lateral de oficio en el sector izquierdo, hasta el poco juego asociado que mostró ante una muralla colocolina.


El técnico del Bolívar, Vinícius Eutrópio, presentó un planteamiento bastante mezquino. Pese a tener un rival que no atacó en todo el segundo tiempo, mantuvo una defensa con al menos cuatro zagueros detrás de la media cancha, que no tuvieron mucho trabajo.


El equipo celeste nunca logró una asociación entre sus líneas. Intentó llegar al arco con pelotazos, lo que facilitó el trabajo a la defensa chilena que aprovechó muy bien su superioridad en lo físico para evitar cualquier sobresalto en el arco de un Agustín Orión, experto en perder tiempo.
Foto:Freddy Barragán / Página Siete


Otra vez la zaga celeste fue el punto débil del equipo de Tembladerani. Claramente el cambio a línea de tres no sólo generó confusión en los mismos jugadores, también repercutió en el ataque ya que no existían salidas claras por los laterales.


El ingreso de Luis Gutiérrez por ese sector le quitó un arma fundamental de todo equipo boliviano cuando juega como local, el desborde. Durante todo el partido los celestes no aprovecharon el vacío que dejaba la defensa chilena.


Además, la línea de tres que propuso Vinícius careció de velocidad de reacción y se notó en el gol del empate. Gutiérrez, con oficio de zaguero central, marcó en el punto penal para evitar el cabezazo, pero nadie llegó a hacer la cobertura al autor del tanto. El momento en el que Gutiérrez se animó a llegar al fondo del campo de juego generó una de las posibilidades más claras para los celestes. La jugada terminó con el cabezazo de Riquelme que se estrelló en el travesaño.


El medio sector también tuvo problemas con Leonel Justiniano que no encuentra su fútbol y por momentos sólo deambuló en la cancha y Jaime Arrascaita, quien ingresó con mucha movilidad, pero con el correr de los minutos se perdió en el campo. Juan Miguel Callejón y Juan Carlos Arce intentaron romper líneas con su movilidad, pero la sólida defensa de Colo Colo logró controlar bien a los dos.
Foto:Freddy Barragán / Página Siete


En la segunda parte el ingreso de Erwin Saavedra y Damián Lizio le dieron más volumen ofensivo, pero se mantuvo ese vacío por la izquierda. Además, los cambios llegaron muy tarde, cuando la desesperación llegó a filas celestes.


Los chilenos hicieron suyo el juego y con la permisividad del árbitro enfriaron cada balón que tenían en su poder o cada pelota parada a su favor.


El ingreso de William Ferreira en los últimos minutos fue importante. Pese al poco tiempo en el campo de juego, el uruguayo generó dos opciones claras, algo que hasta ese momento no tenía el conjunto nacional. En el cierre del partido el equipo chileno perdió tiempo y se aprovechó la desesperación de los celestes para que no peligre el empate que sin mucho esfuerzo se llevaron del Siles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario