miércoles, 19 de agosto de 2015

Era para meter cuatro o más



Bolívar jugó como para convertir los cuatro que necesitaba o incluso más, sin embargo metió solo dos goles (2-0) y éstos no le alcanzaron ni para ir a los penales, consumando su eliminación, mientras su rival, el uruguayo Defensor Sporting, se clasificó a la segunda fase de la Copa Sudamericana gracias a su victoria por 3 a 0 en Montevideo.

Si el fútbol fuera por merecimientos, la Academia de lejos estaría en la siguiente instancia porque se llevó por delante a su rival, lo superó ampliamente; pero los que valen son los goles y al equipo boliviano no le sirvió dominar ni generar muchísimas situaciones, porque la puntada final no resultó.

En este asunto se juntaron varios factores: en algunas ocasiones los celestes fallaron en la definición, en otras —la mayoría— estuvo magnífico el golero de Defensor, Martín Campaña; y en las restantes hubo una increíble mala suerte para la Academia —buena para su adversario—.

Lo que son las cosas: Bolívar desarrolló en el primer periodo un juego como para irse al descanso mínimamente por dos o tres goles de diferencia, sin embargo no entró ninguno; en el segundo, su juego decayó —no así su ímpetu— e hizo dos.

El de la tarde-noche de ayer fue un partido de esos inexplicables, porque no se puede llegar a entender por qué un equipo con tanto ataque y con tantas situaciones clarísimas no logró traducir ese juego al resultado. En la primera parte hubo de todo, las entradas de Damián Lizio, las apariciones de William Ferreira en el área, los disparos de Erwin Saavedra y Juan Carlos Arce, pero también las grandes intervenciones de Campaña.

En la segunda mitad, la salida de Lizio generó bronca por doquier, pues era el que mejor jugaba de mitad de cancha para adelante, sin embargo ya sin él llegaron los goles, ambos de Ferreira (a los goleadores, aunque fallen, siempre hay que esperarlos).

El uruguayo anotó el primero a los 61’ luego de una guapeada suya y una buena culminación ante la salida del arquero; y el segundo, a los 82’, fue después de varios rebotes en los que incluso dio la impresión de que Juan Miguel Callejón estaba adelantado y así lo había habilitado.

Antes y después, Tenorio, Arrascaita, el propio Ferreira y Arce, e incluso el zaguero Nelson Cabrera, a quien la pelota se le escurrió entre los pies, no la pudieron meter, y no hubo tercer gol que condujera a los penales. Si fuera por ayer, Bolívar debía estar en la otra fase, pero se le escapó por el 3-0 con el que vino de Uruguay.

La figura - Martín Campaña

El arquero de Defensor Sporting fue una muralla. Bolívar superó al equipo rival como tal, pero halló gran resistencia en el guardavalla.

El árbitro - Regular

El árbitro Anderson Daronco (brasileño) no cobró un penal y con sus colaboradores se “comieron” algunas posiciones adelantadas.

Los datos

Fue penal

A los 22’, Juan Miguel Callejón entró al área con gran chance de convertir, el defensor de Sporting lo tocó abajo y lo hizo caer. No fue una falta fuerte, pero sí existió. El árbitro la dejó pasar y no cobró el penal.

En el final

A los 92’ —ya en la adición—, Bolívar tuvo el tercer gol tras una entrada de Arce por la derecha, su fuerte remate hizo cruzar la pelota todo lo ancho del arco. Dos jugadores de Bolívar, el segundo era Cabrera, no pudieron empujarla.

Es el primer fracaso de la ‘era Villegas’

Bolívar se propuso —entre otros— un objetivo: llegar lejos en la Copa Sudamericana, y no dio ni un paso hacia adelante, se quedó en donde había comenzado, la primera fase, lo que supone el primer fracaso bajo la dirección técnica de Eduardo Villegas. Ésa es la fría conclusión que deja este enfrentamiento con el uruguayo Defensor Sporting.

Que ayer —en la tarde-noche paceña— mereció mejor suerte, eso es otra cosa. En el global está claro que perdió. Empero, hay un detalle que vale la pena destacar: Bolívar volvió a ser Bolívar y eso se tiene que rescatar. Su juego fue más adecuado a la talla grande que tiene, y ése es un punto a favor.

Por ahí este fracaso puede ser tomado como un verdadero despegue. Antes de este encuentro en Miraflores, el equipo de Villegas no había demostrado tantos atributos: actitud, buen juego, mucho volumen ofensivo. Es verdad, faltaron más goles.

Volvieron los goles de Ferreira

Acabó la sequía

Los dos goles que convirtió ayer William Ferreira fueron los primeros que hizo desde su retorno a la Academia. La sequía, por tanto, terminó. Quizás pudo hacer uno o dos más —hubiera sido su gran jornada—, pero falló o Martín Campaña, el arquero de Defensor Sporting, se lo impidió.

El mejor celeste

Mientras estuvo en la cancha, Damián Lizio fue el mejor de Bolívar por cómo manejó al equipo en el ataque. Por eso sorprendió —y enojó— que fuera reemplazado por Carlos Tenorio. El mismo mediocampista se fue de la cancha protestando. ¿Si se quedaba hubiera sido diferente?

Destacado

Bolívar tiene en Erwin Saavedra un futuro —y un presente— alentador. Ayer jugó como lateral derecho y más bien se convirtió en un puntero por ese mismo sector, además llevando mucho peligro. Fue uno de los jugadores que más dolores de cabeza causó a los rivales.


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