viernes, 19 de diciembre de 2014

A TENORIO LE HACE FALTA MARCAR GOLES EN EL LLANO

La 12 anotaciones que logró el ecuatoriano se produjeron en las ciudades de La Paz y Oruro, aún le hace falta anotar en ciudades de menor altitud.

El ecuatoriano Carlos Tenorio ya es un referente de peligro en Bolívar, los 12 goles que marcó lo convierten en un delantero de quien los rivales deben cuidarse en cada partido. Sin embargo, Tenorio tiene una deuda pendiente con su club, anotó todos sus goles en la altura, le falta marcar en el llano, donde el domingo la Academia luchará por conquistar el título.

Contratado como el delantero que ocupe el puesto que dejó el uruguayo William Ferreira, Tenorio se convirtió en el segundo goleador de los celestes, solo con dos tantos por debajo del español Juan Miguel Callejón, quien es el líder de la tabla de artilleros con 14 dianas.

Pero Tenorio mantiene la espina que hasta ahora no puede sacarse, marcar en los partidos que Bolívar juega como visitante.

El delantero ecuatoriano se estrenó como goleador en la Liga el 13 de septiembre en Oruro, ciudad en la que Bolívar ofició como local por los trabajos de refacción que se hacían en el estadio Hernando Siles. Aquella tarde, Tenorio inició la goleada del equipo paceño sobre Oriente Petrolero 4-0.

El segundo gol de Tenorio se produjo el 2 de octubre, también en Oruro, en el triunfo sobre Universitario de Pando por 4-0; hizo otros dos goles en la misma ciudad el 18 de octubre en la victoria sobre Blooming 4-3.

En La Paz marcó su primer gol y su quinto tanto en la Liga el 22 de octubre contra San José 6-1; volvió a marcar dos tantos el 29 de octubre frente a The Strongest (4-2). Hizo uno a Petrolero el 2 de noviembre (2-0), otro a Sport Boys el 12 de noviembre (5-1) y uno más a Universitario de Sucre el 23 de noviembre (2-1).

Las dos últimas, hasta ahora, anotaciones de Tenorio fueron el 30 de noviembre en la victoria celeste sobre Real Potosí 2-0.

De este balance se podrá decir que el ecuatoriano marcó todos los meses a partir de septiembre y que cada vez que marcó, Bolívar ganó.

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