jueves, 31 de julio de 2014

Reventa ofreció boletos hasta a mitad de precio



El resultado del partido de ida (5-0), la semana pasada en Buenos Aires, desanimó a muchos hinchas de asistir al estadio a la revancha en el Hernando Siles. Ayer por la mañana los fanáticos ofrecían sus entradas incluso a mitad de precio, lo mismo que los revendedores, con tal de recuperar algo de su inversión. A pesar de ello, el estadio estuvo lleno.

Por ejemplo, un hincha iba y venía alrededor del escenario de Miraflores con tres boletos en la mano para la curva sur, que adquirió mediante la reserva lanzada por el club días antes del choque en Argentina. Contó que un par de amigos le pidieron el favor de que las comprara por ellos, pero cuando las canjeó ambos desistieron, molestos por la goleada que recibió su equipo. “Me dijeron que no vendrían al estadio porque ya lo daban por eliminado”.

Pero Bolívar no perdió en cuanto a la recaudación, pues logró agotar todas las reservas dispuestas antes de que se jugara el partido en el Nuevo Gasómetro.

El precio de un boleto para la curva era de 120 bolivianos, los que querían vender esas entradas las ofertaban a 80. “Me ofrecieron 40, no más”, contó el hincha.

Como él, otros aficionados trataban de vender sus localidades. Los que no lo lograron, al final igual fueron por la noche al estadio a alentar a su equipo. Para los revendedores fue un mal negocio. Un ticket para la recta de general de 180 bolivianos, a mediodía de ayer era ofrecido a 100, mientras que para preferencia (Bs 240) se podía adquirir en 180 y para las curvas se encontraba a 50 y 60.

Los revendedores, con tal de vender, le decían a la gente: “En el fútbol nunca se sabe, es imprevisible. Por ahí hace los goles que necesita y es toda una fiesta”.

Sin identificarse, una mujer revendedora señaló que el sistema de venta por internet instaurado por BAISA SRL —la empresa que administra a Bolívar— les hizo perder dinero a los de su rubro. Aún así se dieron modos para la comprar varias, pero esta vez la demanda fue escasa.

“Algo tenemos que hacer para recuperar la plata invertida, hay que rescatarla, de lo contrario será una gran pérdida”, indicó.

Según uno de sus compañeros, hubo inversiones grandes, él por ejemplo puso 15.000 bolivianos: “Apenas he recuperado 500”.

En ese momento apareció un grupo de hinchas de la Vieja Escuela, la barra oficial que alienta desde la curva norte, mostrando sus entradas y apoyando al plantel con sus canciones. Así animaron a la gente a entrar al estadio, considerando que la campaña que hizo el equipo, hasta llegar a la final, fue histórica y había que respaldarlo ante San Lorenzo.

En ese sentido, hubo gente que incluso llegó desde el interior.

“Vine desde Oruro, mi sentimiento es grande por Bolívar y no importa que en la ida hubiera perdido. Nosotros estamos con el equipo y lo vamos a apoyar”, comentó Arturo Pardo, un universitario que paseaba desde temprano por el sector “haciendo hora” para ingresar a la tribuna.

Pequeñas filas desde temprano

Localidades

Así como hubo gente que no quería saber nada de ingresar al estadio, otra hizo fila desde temprano para asegurarse un lugar en las tribunas. Por la mañana ya habían pequeñas filas en la recta de general y la curva norte. A la hora del partido, el estadio estaba lleno.

Visitantes

Reservas que no fueron recogidas para la curva sur fueron destinadas para los hinchas de San Lorenzo. Éstas fueron vendidas en un supermercado cerca del estadio.

Corte de vías

A las 17.00 comenzó el corte de vías de acceso al escenario de Miraflores. La primera en ser cortada fue la avenida Saavedra, desde la cuadra que conecta al escenario con la plaza Uyuni; mientras que, durante unos 45 minutos más, el tráfico fue normal por la Simón Bolívar.

Más baratas

Hasta las 17.30 la afluencia de gente no era grande. Los revendores bajaron más los precios. Una entrada para preferencia podía encontrarse en 100 bolivianos, mientras que para la recta había a 80 y 90. Bolívar puso a la venta en total 29.850 entradas, sin contar los abonos.


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